El abogado Jeremías Rodríguez advirtió que la empresa Dinal–Lener, señalada por lavado de dinero en una causa federal, mantiene desarrollos inmobiliarios en distintos puntos del país. Cuestionó al intendente de Luján, a quien acusó de haber habilitado obras sin controles ambientales ni intervención del Concejo Deliberante.

El abogado Jeremías Rodríguez volvió a exponer en declaraciones a la 99.9 una trama que, según señaló, “conecta política, negocios y lavado de dinero” a través de la empresa constructora Dinal–Lener, hoy investigada por la Justicia Federal en una causa vinculada al clan Mameluco Villalba.
“Esto abarca a varios municipios: Luján, San Martín, Tigre y también Mar del Plata. En todos hay construcciones o desarrollos del grupo Dinal, propiedad de Néstor Ruiz y su hijo. En Luján, por ejemplo, desembarcaron en 2020, en plena pandemia, con una obra en un country, luego donaron parte de la terminal de ómnibus y a partir de ahí empezaron a crecer con emprendimientos enormes”, explicó.
Rodríguez señaló que el intendente de Luján, perteneciente a La Cámpora, “les aprobó una prefactibilidad de más de 400 departamentos, con centro comercial, gimnasio y lago, sin estudio de impacto ambiental y sin pasar por el Concejo Deliberante”. Según su relato, el caso tomó otro rumbo cuando la entonces ministra Patricia Bullrich anunció públicamente que la constructora estaba acusada de lavar dinero para el clan Villalba, lo que derivó en una crisis financiera del grupo.
“Después de esa conferencia de prensa, la empresa se vino abajo: más de 200 cheques rechazados, obras paralizadas, fideicomisos bajo pericia judicial y deudas millonarias con bancos y proveedores. Dicen que está todo aclarado, pero eso no es cierto. El expediente sigue tramitando en el Juzgado Federal Nº2, a cargo de la doctora Benze, y se están auditando todos los fideicomisos”, detalló.
El abogado advirtió que el modelo de la firma se repite en cada ciudad: “Ofrecían el metro cuadrado más barato del mercado, nunca terminaban las obras y mantenían una fachada mínima de actividad para seguir vendiendo departamentos en pozo. Pero los materiales ya no llegan, los proveedores no cobran y los compradores están atrapados”.
Rodríguez también vinculó al grupo con el Club Luján, donde “el gerente de compras fue designado vicepresidente y el propio Néstor Ruiz se puso como vocal”. Además, indicó que el empresario “intentó limpiar su imagen comprando un club en España, el Guadalajara”, aunque su situación allí “es muy confusa” y podría estar nuevamente en venta.
“En Luján, la constructora apareció junto con la gestión del actual intendente. Esa coincidencia no es casual. El entramado político fue el que permitió que se montaran operaciones inmobiliarias de esta magnitud sin controles ni transparencia”, concluyó Rodríguez.