Jorge Alacid: “Es probable que la lista de víctimas en Valencia aumente exponencialmente en los próximos días”

El periodista valenciano del Períodico “Las Provincias” habló en la 99.9 sobre la dolorosa situación que están atravesando.

Valencia está viviendo horas de mucha angustia luego de una tormenta que ha dejado imágenes apocalípticas y una lista de víctimas que además, resulta incalculable porque todavía se está trabajando en la remoción de escombros y búsqueda de personas.

El periodista valenciano del Diario “Las Provincias”, Jorge Alacid, brindó en la 99.9 un certero panorama no sólo de la situación, sino del sentir de los habitantes de la zona: “es una suma de muchas sensaciones que son las que corresponden al tercer día después de la tragedia. Por un lado se mezcla la búsqueda angustiosa de desaparecidos. No hay una cifra exacta que permita hacernos una idea de la dimensión de la catástrofe, porque las autoridades oficialmente no han querido facilitar esa información, creo que para que no cundan el desánimo o incluso la histeria. El relato actual se sitúa en las 155 víctimas mortales, que son las de las que hay confirmación absoluta, pero es muy posible que esa cifra aumente incluso exponencialmente en las próximas horas, en los próximos días, porque hay lugares a los que no han podido acceder aún los equipos de rescate. En el gran centro comercial, por así decirlo, de Valencia, que está situado en la periferia y se llama Bonaire; todo parece indicar que el aparcamiento de grandes dimensiones ha ejercido como una especie de ratonera y que hay mucha gente que quedó atrapada allí en sus vehículos sin poder salir”.

No es el único lugar que podría tener muchas víctimas y saben que las noticias que vendrán serán muy difíciles de digerir: “son situaciones que se viven en otros puntos de las que no hay una noticia exacta, porque el acceso todavía hoy es muy complicado, es prácticamente, en algunos casos incluso imposible. Esas tareas que generan una angustia extraordinaria entre el vecindario, pero también entre los equipos de rescate, pues se suman con otros frentes informativos igualmente abiertos. Por un lado, una oleada descomunal de cariño y de solidaridad hacia el vecindario, que se manifiesta hoy especialmente porque es el día de todos los santos donde se dedica a visitar en los cementerios a los seres queridos que cada cual tiene ahí enterrados. Es una fecha de alto contenido emocional aquí en Valencia y que tiene esa cruel paradoja de honrar a los fallecidos cuando al lado de los cementerios se están produciendo escenas también de dolor por las víctimas mortales que se ha llevado la tragedia, a lo cual se une otra marea humana, miles y miles de efectivos de distintos cuerpos de seguridad, también del ejército, que están colaborando en una doble tarea, por un lado en la búsqueda de desaparecidos pero también la tarea de reconstrucción de aquellas infraestructuras y viviendas que han sido dañadas por la violencia del temporal”.

Paralelamente, tienen que asistir a un dantesco espectáculo de la política española tratando de sacar rédito de un situación tan dolorosa, algo que los propios españoles y los mismos valencianos saben reconocer: “lo mejor y lo peor del ser humano en situaciones de catástrofe de estas dimensiones abrumadoras bíblicas, florece amplificado. Hoy estamos viendo oleadas de gente que está cruzando el nuevo cauce del río Turia, que es el emblema de esta ciudad. Es un cauce que se cruza habitualmente por carretera a través de una serie de puentes y hay otras pasarelas que son peatonales y que hoy son una marea humana incesante de gente de todo orden, muchos jovenes que han cruzado para llevar esa oleada de víveres, pero que es una oleada también de solidaridad y afecto. Mientras tanto prosigue el pulso inhumano entre los responsables políticos, incapaces de contenerse incluso en circunstancias tan dramáticas, que lo único que hace es añadir dolor, por un lado, pero también evidenciar la separación, la grieta enorme que se abre entre su discurso y el discurso de la ciudadanía, de la gente corriente”.

La ayuda que están recibiendo es múltiple y es el aspecto positivo que Alacid eligió destacar ante tanto dolor e incertidumbre: “estamos recibiendo una oleada de cariño de todos puntos de España y también del resto de la Unión Europea. Es reconfortante. El móvil te transmite lo peor, las imágenes más dramáticas, algunas dantescas del rescate de las víctimas, el estado en que han quedado estos municipios, pero también recibes mensajes de cariño, que evidencian que no estamos solos en la aflicción enorme que sentimos, pues también nos llega el calor que proporciona saber que ningún hombre es una isla, ningún ser humano es una isla”.

Aunque parezca difícil de creer, en Valencia la vida sigue y es difícil procesarlo en lo cotidiano: “son escenas como de una extraordinaria irrealidad, porque al mismo tiempo que vemos este espanto, la vida posible, la sede del periódico está prácticamente lindando con el escenario de la tragedia, y vas y vienes de tu casa al trabajo y no te das cuenta. De repente, parado en un semáforo, veía cómo la vida prosigue a pesar de todo y eso añade una sensación de gran irrealidad, casi de distopía a lo que estamos atravesando”.