Jorge Enríquez: “Es penoso que los mayores enemigos de la educación sean los gremios docentes”

El diputado nacional Jorge Enríquez indicó que es importante volver a la presencialidad escolar cuanto antes e hizo una dura crítica en la 99.9 a las decisiones del gobierno.

La necesidad de volver a las clases presenciales es imperiosa y todavía no se termina de organizar la forma de hacerlo porque tampoco los gremios docentes están de acuerdo con esa idea.

Sin embargo, el Diputado Nacional Jorge Enríquez resaltó en la 99.9 que se debería resolver la situación cuanto antes: “es penoso que los mayores enemigos de la educación sean los gremios docentes que trataron de evitar el inicio de clases presenciales. En la provincia de Buenos Aires tenemos 17 sindicatos docentes, algo increíble”.

El cierre de las escuelas como primera medida ante la pandemia, para Enríquez no sólo estuvo equivocada, sino que también la resolución de no volverlas a abrir como hizo el resto del mundo: “creemos que la respuesta del gobierno a la pandemia en el ámbito educativo fue la más simple y brutal que fue cerrar las escuelas. El problema sanitario no se solucionó porque lo muestra la estadística”.

Al no permitir que los niños vuelvan a las aulas con los protocolos pertinentes también quedó en evidencia la desigualdad que hay en Argentina: “los colegios de gestión pública no han tenido las oportunidades de los colegios privados porque han tenido una posibilidad de conexión distinto. El cierre que dispuso la Argentina nos convertirá en los campeones mundiales de la anti educación”.

Lo que el diputado indica es que no es una casualidad mantener las aulas cerradas: “educar al soberano es sacarlo de la ignorancia, y cuando eso pasa, se da cuenta que los que piensan de una manera distinta son los regímenes totalitarios que tienen al pueblo en la ignorancia”.

La naturalización de este tipo de hechos hace difícil comprendernos incluso como país porque hay efectos secundarios: “pensemos la cantidad de chicos que padecen distintos tipos de trastornos, desde pánico hasta gastrointestinales o incluso tienen miedo de salir de sus casas. Parece que lo aceptamos como algo normal, de la misma forma que los abusos de Formosa o que el presidente piense que el Poder Judicial no puede tener independencia”.