El Secretario General de la Asociación de Capitanes de Pesca, Jorge Frías, indicó en la 99.9 que se debe tratar profundamente la seguridad en los buques después del hundimiento del “San Antonino”. “Debemos tener prevención real y dejar de llorar por la leche derramada”, agregó.
El buque “San Antonino” empieza a formar parte del pasado, de la triste estadística de naufragios que pasará a la historia, pero no generará un cambio real en la seguridad de las embarcaciones. El Secretario General de la Asociación de Capitanes de Pesca, Jorge Frías, reclamó en la 99.9 que de una vez por todas se trate el tema con profundidad para que no ocurran casos similares.
En cuanto al avance de la investigación en el caso del buque anteriormente mencionado, destacó que “todavía están pendientes los resultados de la actuación de la fiscalía y los peritajes a los que suponemos se dieron curso. Prefectura ya dio informes indicando que los cuerpos no estaban en el buque. Lo único que resta es que alguno de los buques pueda encontrar algún cuerpo, pero es muy poco probable”.
A Frías le tocó ser protagonista de un naufragio hace ya 27 años y desde entonces nada se ha modificado, por el contrario incluso están peor. “Fui náufrago en el 89 donde perdió la vida mi hermano y el capitán del buque. Con mi padre llevamos adelante fuertes presentaciones ante distintos funcionarios políticos manifestando la preocupación por la seguridad náutica. Nosotros salimos a navegar con un buque que había sido reparado a un 100% y una balsa que había sido recorrida con la certificación. Cuando fuimos a utilizar la balsa estaba inutilizable, con el piso despegado, los alimentos que estaban dentro junto con la pirotecnia estaban vencidos”, recordó.
Hoy vuelve a estar en escena la necesidad de ese cambio en los controles, pero sabe que pronto se hablará de otro tema: “desde entonces hasta ahora, hubo muchas situaciones similares, en la coyuntura se avivan estos reclamos, pero después pasa. Debemos tener prevención real y dejar de llorar por la leche derramada”, agregó.
En el caso del “San Antonino”, indicó que el tema de fondo que se debe trabajar y discutir no tiene que ver solamente con un tripulante que no estaba registrado: “los controles son relativos, la Prefectura puede hacer los controles pero la picardía humana está presente. Hay que tener criterio y ser responsables. La realidad indica que en “San Antonino” había un tripulante más, pero eso no tiene que ver directamente con las medidas de seguridad”.