La vicepresidenta del Movimiento Social por la República (MSR) se refirió en la 99.9 a la situación en las villas de Quilmes donde fue concejal hasta diciembre. Además, la palabra de la actual edil Maru Sotolano.
La situación en Quilmes es realmente difícil. El aislamiento de la Villa Itatí es un reflejo de la desatención que se ha tenido durante mucho tiempo de esos lugares, a pesar de las expresiones públicas.
La Vicepresidenta del Movimiento Social por la República (MSR), Jorgelina Kos Grabar fue una de las primeras que denunció desde su rol de concejal de Quilmes el año pasado lo que estaba pasando allí con el hacinamiento: “parece que ahora todos descubren como se vive en las villas del conurbano y los que caminamos esos lugares, lo decimos hace tiempo. No fuimos escuchados cuando indicamos como se vivía ahí”, dijo en la 99.9
Incluso en plena cuarentena, era lógico que surgiera el contagio por la manera en que la gente siguió viviendo: “hace poco en Villa del Monte difundimos videos de como no se cumplía la cuarentena. Ayer tuvimos la noticia de que había casos de COVID en ese lugar, son años y años de abandono y son un caldo de cultivo para que esto propague”.
La falta de diagnóstico, de repente los encontró con un brote fuerte que parecen no haber advertido que podía suceder: “ya veníamos manejando datos de casos sospechosos y que no se cumplía el protocolo de diagnóstico. Que no se puede cumplir la cuarentena en estos lugares, lo sabíamos todos. Hay comedores improvisados que se están generando ahora donde la gente se amontona y hay muchos que tienen un desconocimiento”.
Incluso Kos Grabar destacó que desde el discurso se alentó a que esta situación recrudeciera: “esta falsa dicotomía de que era un virus de chetos y nos los afectaría, generaron una sensación de que no iba a llegar nunca. Además, la soberbia de muchos dirigentes que están empachados de poder influye. El viceministro de Salud de la provincia niega datos que después lo comprobamos en las villas”.
El miedo que se trata de inculcar todo el tiempo, en ciertos lugares tiene un impacto distinto: “el miedo en lugares donde no hay agua, hay hacinamiento, no tienen elementos de limpieza, con desconocimiento; puede afectar mucho. Sumado a este mensaje donde parece que hay un enemigo y si tu vecino está enfermo pasa a ser el enemigo. Estos discursos en esas condiciones son peligrosos”.
La intendenta Mayra Mendoza, es una de las que habitualmente se auto proclamaba como defensora de la justicia social, pero ahora la situación la desborda: “los abanderados de la justicia social, son los que más desconocen las realidades de esos barrios“, concluyó Kos Grabar.
MARU SOTOLANO: “EL AISLAMIENTO DE UN BARRIO POPULAR SIENTA UN PRECEDENTE”
La actual concejal de Quilmes, Maru Sotolano, también brindó su visión a través de la 99.9: “estamos viviendo la situación con mucha preocupación, el aislamiento de un barrio popular sienta un precedente. Hay mucha preocupación de los vecinos y tenemos poca información, no hay nada directo desde el municipio”, indicó.
A pesar de que se insiste en el testeo en la zona, destacó que los vecinos no lo perciben de esa manera: “lo que más me preocupa de las charlas que tengo con los vecinos es la cantidad de testeos que son muy bajos de acuerdo a la cantidad de casos que hay. Hay gente que nos dice que tienen síntomas y están pidiendo que les hagan el testeo”.
La decisión política de cerrar un barrio puede ser un precedente peligroso para otros lugares incluso dentro del mismo municipio: “Villa Azul tiene cerca de 10.000 habitantes y el 80% es de Quilmes. Si hay una decisión política de cerrar un barrio popular que en Quilmes tenemos 100, se puede dar en otros lados. Es muy delicada la situación porque los aislan pero la gente no tiene alimentos y tiene que salir a conseguirlos”.