Jorgelina Kos Grabar: “Más allá de la violencia, Fabiola hizo uso del poder”

La psicóloga e integrante del PRO en Quilmes habló en la 99.9 sobre el caso de Fabiola Yañez y los motivos para quedarse en esa relación que tenía violencia y en la que todo termina saliendo a la luz por otra causa.

La relación de violencia que se dio a conocer entre Alberto Fernández y Fabiola Yañez, tiene un subtexto de poder que hizo que las cosas transcurrieran ocultas durante mucho tiempo. Dentro del análisis psicológico de lo que allí sucedió con una relación vinculada estrechamente con los lazos de poder, la psicóloga y dirigente del PRO en Quilmes, Jorgelina Kos Grabar, dio a conocer su opinión en la 99.9.

“Se mezclan un poco los tantos, porque yo no niego la violencia de género, al contrario, he trabajado y he tenido pacientes con esta problemática; por eso me parece importante señalar algunas cuestiones, al menos que nos hagan pensar otro panorama”, dijo primeramente. Luego continuó: “que Alberto es un violento, lo vimos todos, lo sabíamos todos, no es ninguna novedad. Lo vimos golpear gente en el piso, lo vimos tener actitudes violentas, discurso violento, es un señor al que le gusta someter cuando tiene poder. Hay que recordar la entrevista que le hace Verónica Lozano en plena pandemia, donde Alberto describía la situación con respecto a la cuarentena, y que él dijo “si no la entienden por las buenas, yo estoy acá para hacérselas entender por las malas”. El discurso de él siempre dejó entrever un goce bastante perverso en relación al poder”.

En ese contexto, hoy pareciera que no hubo opción alguna para Fabiola, pero mientras tanto hacía uso del poder que tenía. “Me parece que lo que tenemos que pensar es si ella realmente podía irse o no y por qué se quedó porque caer en el discurso cliché de la mujer sometida, que no puede irse porque el violento la lleva a un lugar, que es lo que generalmente pasa, que pasa en los barrios, que pasa en los lugares donde la mujer golpeada es una desconocida, creo que no corresponde. Me parece hasta una falta de respeto para esas mujeres que realmente no pueden salir, porque hay muchas cosas en este caso que nos hacen pensar distinto, que nos hacen ver otra realidad. Cuando ella dice que la ministra de las mujeres le dijo venite al ministerio y le hablamos, y que ella se escandaliza porque si iba al ministerio, al otro día salía en los diarios, podría haber sido una solución. Para una mujer que realmente no puede salir y quiere hacerlo, salir en los diarios era lo mejor que le podría pasar. Yo no sé si no tenía recursos para salir o si era una mujer que realmente él la maltrataba como nos maltrató a todos y maltrataba a todo el mundo y tuvo algún otro motivo para quedarse. A mí me parece que hay al menos muchas puntas que nos hacen pensar otra cosa”.

Para Kos Grabar, ella tenía intenciones de quedarse porque quería disfrutar del beneficio que eso conllevaba, más allá de la violencia: “mí me parece que había en ella una decisión, un deseo muy profundo de sostener esa posición. No la posición de los golpes pero sí la que le daba el poder también a ella. Hizo uso del poder, se benefició del poder y a mí lo que la verdad me indigna mucho de toda esta situación es que se corre, se la corre desde ese lugar donde se aprovechó del poder. La fiesta de Olivos fue de ella, tuvo beneficios en cuarentena, hasta viajar a ver a su familia, mientras había gente que no podía despedir a sus familiares que estaban muriendo. Ella también hizo uso de ese poder desde el lugar que pudo, al que accedió. En un punto había una sociedad ahí”.

Incluso cabe recordar que lanzó una campaña mediática de las acciones de beneficencia que realizaba incluso en plena pandemia y donde se la presentaba como una “facilitadora”. Al respecto, la ex concejal quilmeña indicó que “explotaba esta imagen de la chica de pocos recursos, humilde, que llega al poder y que desde ahí empatiza con los suyos, con los de su origen. La historia se repite, primero como tragedia, después como farsa, una fotocopia mal hecha. Quisieron emular un poco el perfil de Perón y Evita, pero les salió bastante mal”.

Por último, indicó que la salida a la luz de los audios y el contenido de los mismos, también pueden indicar cierta premeditación: “me llama poderosamente la atención que no se hable de la estrategia que ella tenía grabando las conversaciones. Yo ahí digo que a ella no se le puede dar mucho crédito en el tono que usa y en las palabras que usa y lo que dice, porque estaba grabando. Creo que hay mujeres que llegan desesperadas a situaciones donde ven si pueden conseguir alguna prueba para salir de determinadas situaciones de violencia, que no es el caso, evidentemente, porque esperó, aguardó el momento. Yo creo que es más, todos los indicios muestran que ella lo estaba extorsionando con eso, y saltan todo eso a la luz por la causa de los seguros”.