El abogado de la Fundación Apolo cuestionó en la 99.9 el accionar del Poder Judicial en el caso que involucra a la AFA, la fiscal Cecilia Incardona y los jueces de Lomas de Zamora. Denunció maniobras para favorecer a funcionarios investigados, una inacción histórica del Consejo de la Magistratura y vínculos políticos que atraviesan a todos los sectores.

El abogado José Magioncalda, referente de la Fundación Apolo, analizó en la 99.9 la situación judicial que involucra a la AFA, a la fiscal Cecilia Incardona y a los jueces federales de Lomas de Zamora, en un escenario que definió como expresión de un sistema “tardío, politizado y peligroso para los ciudadanos”. Su diagnóstico surgió a partir de una denuncia presentada por la fundación, que luego fue replicada por el propio juez Federico Villena.
Magioncalda recordó que en el expediente original intervino el juez Armella, “un magistrado con antecedentes serios, incluso denunciado por la Corte Suprema y apartado de la causa Riachuelo por presuntos actos de corrupción”. Según explicó, el magistrado mantuvo meses sin avances la investigación hasta que, cuando la Agencia ARCA impulsó una nueva denuncia por hechos similares, “curiosamente reaccionó” y dictó una batería de medidas el 1 de diciembre, antes de que el nuevo expediente ingresara al juzgado de Villena.
En ese punto aparece la fiscal Incardona, que recibió la causa vinculada a la denuncia de ARCA. Para Magioncalda, su decisión de retener el expediente sin poner en conocimiento inmediato al juez competente muestra una conducta que podría haber favorecido a investigados o buscado “tapar eventuales delitos”. Por eso fue denunciada: “No solo por nosotros —aclaró— sino también por el propio juez Villena, lo que demuestra que la preocupación no es caprichosa”.
A partir de allí, el abogado amplió sus críticas: “Estos personajes tienen un poder enorme, afectan la vida, el honor y el futuro de las personas, operan políticamente y casi nunca enfrentan consecuencias reales. Jueces con antecedentes gravísimos siguen en funciones porque el Consejo de la Magistratura actúa con lentitud o directamente no actúa”.
En este contexto, también apuntó a la intervención reciente del gobierno sobre la AFA. Señaló que la Inspección General de Justicia reclamó irregularidades en balances que llevan años sin ser aprobados, lo que pone en evidencia otro interrogante: “¿Cuántas asociaciones pueden darse el lujo de tener siete u ocho balances sin aprobar? Si recién ahora se elevan los reclamos, la pregunta es por qué se toleró todo este tiempo”.
Respecto de los vínculos políticos, Magioncalda señaló que las responsabilidades son transversales: “A Chiqui Tapia lo sostuvo primero el macrismo y hoy lo sostiene Kicillof. Y es incomprensible que una empresa pública como Aerolíneas Argentinas siga siendo sponsor de la AFA cuando el propio Estado está cuestionando su situación contable”.
Para el abogado, el avance reciente de las investigaciones no responde a una repentina vocación de transparencia, sino al clima social: “Cuando en las canchas y en los recitales se empieza a cantar contra la corrupción en el fútbol, algunos dirigentes aprovechan y avanzan. Quizás también algún juez. Ojalá sirva para algo, pero el Estado llega tarde porque las alertas estaban desde hace años”.
En el cierre, Magioncalda comparó la situación del fútbol con una frase célebre de Maradona sobre su adicción: “Decía que si no se hubiera drogado, sería inimaginable hasta dónde habría llegado. Creo que puede aplicarse al fútbol argentino: si la AFA no fuera tan corrupta, no sabemos qué altura podría haber alcanzado”.