El padre de Kiara López, habló en la 99.9 desde España luego de una manifestación que realizaron en Barcelona pidiendo medida contra el acoso escolar que genera la muerte de niños todos los años como el caso de las gemelas marplatenses Alana y Leila en Sallent. Justamente de la movilización participó la madre de las niñas.
En Barcelona se realizó días atrás una manifestación buscando visibilizar las consecuencias del acoso escolar luego del caso de las hermanas marplatenses que saltaron desde un balcón en Sallent. La madre de Alana, niña que falleció, estuvo presente acompañando este intento de encontrar respuestas.
El organizador de la movilización fue José Manuel López Viñuelas, padre de Kiara López, otra joven que se quitó la vida luego de sufrir bullying; y contó los detalles a través de la 99.9: “en el caso de Alana, al principio dijeron que no había Bullying, pero luego dijeron que si. Han dicho que abrieron una investigación pero al final no pasará nada, como sucedió en el caso de mi hija. Maia, la mamá de Alana, fue a la manifestación porque la invitamos nosotros y nos acompañó con pancartas con la fecha de nacimiento y defunción de nuestros hijos, es duro”.
Las respuestas, por más insistencia que tengan, no llegarán o tienen poca expectativa de que algo finalmente cambie: “le estamos pidiendo al presidente de la Generalitat de Cataluña que tiene plena competencia, que haga algo. ¿Cuántos muertos tenemos que llevarle para que haga algo, que tome acción?. Llevamos 10 muertos en los últimos 3 o 4 años pero hay más. No hay estadísticas oficiales porque son de asociaciones o entidades de acoso escolar pero no del gobierno”.
López Viñuela habla muy seguido con los padres de Alana y también se refirió a la situación de la hermana, Leila que finalmente sobrevivió al hecho: “la otra niña se ha recuperado muy bien, sin secuelas físicas, pero psicológicamente las tendrá. Esta familia ha cambiado, esto te transforma en una persona diferente. Por eso nos hemos puesto a disposición de los padres. Ellos ya no están en la localidad donde estaban porque tenían que ir por la calle mirando la cara de los padres de los niños que acosaron y de las autoridades escolares. Tengo clarísimo que hubo adultos que miraron para otro lado y no hicieron su trabajo, sino no hubiera sucedido”.