El economista de FIEL habló en la 99.9 sobre las primeras señales que ha dejado la liberación del cepo cambiaron en el país.

La economía tuvo una semana de mucha expectativa, pero de una realidad muy compleja. El análisis termina siendo favorable en las primeras horas de levantado el cepo cambiario, pero todavía hay que seguir el tema de cerca.
El economista Juan Bour, brindó su análisis de lo sucedido a través de la 99.9: «De las cosas principales del cepo se está saliendo con un programa que tiene cosas que empiezan ahora y otras que van a operar un poco más adelante, con lo cual, de alguna forma se ha salido el cepo. Es decir, la restricción más importante de movimiento de capitales, de giro de capitales, por el lado de utilidades y dividendos, se libera para lo de lo que empieza a operar este año. Y por el stock también se da una solución. Esa era una cuestión importante del cepo».
Luego agregó que «Por otro lado, lo que se hace es abrir el régimen cambiario. Es distinto, en lugar de tener un tipo de cambio casi fijo, como teníamos antes, con una devaluación de 1 % mensual, lo que tiene es una banda que al ir ampliándose el techo y el piso, en algún momento es tan amplio ese techo y piso que tiene un tipo de cambio flotante. La pregunta que uno puede hacer es si va a haber mucha intervención del Banco Central en esta flotación y cuáles son las restricciones más importantes que tiene el gobierno que tiene que comprar reservas. Eso es un objetivo que hay que cumplir, ya no por el gobierno, por cualquiera. Tiene una meta con el Fondo Monetario de acumular una cantidad de dólares de aquí a junio son 4.500 millones de reservas netas. Después tiene una meta bastante parecida sin acumulación hasta septiembre, y después otra meta muy fuerte para diciembre. Lo que sabemos es que el Banco Central debería estar comprando reservas fuertemente, es decir 130 millones todos los días, por lo menos para lograr recomponer las reservas. Básicamente porque en este segundo trimestre se viene la cosecha, y debería tener más exportaciones que importaciones para comprar dólares. Eso no está pasando todavía».
Para Bour el impacto en precios será inevitable pero forma parte del proceso que tiene esta situación: «lo que uno debería esperar es que si liberó un poco, logró una liberación del mercado de cambios con esta flotación algún impacto va a tener en precios. Lo que probablemente sea un impacto transitorio algún aumento de inflación en mayo, junio y algún descenso nuevamente a los niveles del 2 % que teníamos antes, un poco más adelante, es parte de los procesos de ajuste que se producen en la economía».
Está claro que el proceso será largo y que, en términos económicos, las soluciones nunca son mágicas y tienen un impacto tan contundente como el que la sociedad evidentemente espera: «Uno ve que todos los procesos de estabilización llevan algún tiempo, incluyendo la convertibilidad que fue muy abrupto, básicamente clavó el tipo de cambio, pero eso también llevó un tiempo. Los procesos donde no se puede clavar el dólar sino que tiene que ir estabilizando de alguna otra forma, son más lentos e inclusive puede tener cierta estabilidad en inflación baja, a un 2 % mensual o del 1,5 mensual, es decir baja en relación a lo que hemos tenido nosotros. Son procesos largos. Argentina además tiene todavía precios relativos que están desequilibrados, todavía está todo este tema de los subsidios, tarifas de servicios públicos».
En el caso del economista de FIEL agregó otro dato importante que tiene que ver con la regulación del mercado laboral, algo que hace mucho tiempo que funciona mal: «Mientras no cambien las reglas laborales, no pida que el mercado de trabajo funcione bien, porque tiene mitad de la población en informalidad, y si no es informalidad es semi formalidad, a través de mecanismos de monotributo, etc. Cuando la economía se recupera, lo que crece no es el empleo formal asalariado privado, sino lo que crece es básicamente el empleo cuenta propista y en buena medida el empleo asalariado informal. Esto no es un problema de esta administración, es un problema de todas las administraciones cuando se resisten a enfrentar el problema que hay, que este es un mercado laboral donde es muy difícil que una empresa formal que está viendo que sus condiciones de demanda mejoran, inmediatamente se vuelca a tomar mucha gente formal, porque si las condiciones cambian no puede despedirlo, es decir, quiebra. Esto es un viejo tema que mientras no se resuelva vamos a tener un mercado laboral muy informal, ingresos bajos, productividad de la economía mediocre. Y con productividad mediocre siempre habrá problemas de larga data, es decir, no crece la Argentina es un caso de fracaso de mercado, pero repito, no es una cuestión de esta última o las últimas dos administraciones, sino de que llevamos así con un sistema laboral muy rígido, en realidad en su momento ya tiene 80 años de este sistema, no es una cuestión de hoy. Esto hay que cambiarlo, no hay duda».