El buzo profesional habló en la 99.9 sobre un conflicto que existe con la empresa que ganó la licitación para hacer el mantenimiento del Emisario Submarino y destacó que fruto de esa situación, no se están haciendo las tareas.
El mantenimiento del Emisario Submarino está momentáneamente paralizado por distintos problemas que tendrán, según indican las autoridades, pronta resolución. Mientras tanto, los buzos profesionales que se encargan de realizar esta tarea, están pidiendo mejores condiciones e incluso algunos, decidieron dejar de hacer ese trabajo hasta tanto no estén claras diversas situaciones que van desde la propias condiciones de trabajo hasta un tema salarial.
Uno de esos buzos es Juan Carlos Mattioli que brindó detalles a través de la 99.9: “el emisario es único en Sudamérica, un caño de 2 metros de diámetro que se inserta en el mar 4.100 metros hacia adentro y básicamente, dispersa los efluentes cloacales residuales liberándolos mar adentro. En la parte final del Emisario hay unos 13 o 14 metros de profundidad”.
También explicó cuál es la tarea que llevan adelante mes a mes y que es lo que se debe mantener para el funcionamiento del emisario: “la tarea de mantenimiento que hacemos es mensual y preventivo para ver que esté funcionando bien y tenga en condiciones sus partes. Está unido con conexiones por tuercas y se chequea que no haya pérdidas ni filtraciones. Como tiene tendencia a flotar, está todo lastrado con sistemas de anclaje que también están unidos por tornillos y tuercas. Eso se suele romper por la marea para hacer los cambios de bulones y espárragos. Además hay unas series de válvulas por las que se eliminan los efluentes y es lo que también chequeamos”.
El conflicto comenzó con la nueva licitación para cumplir con estas tareas y que desató la situación actual: “hace un par de meses cuando se armó la licitación para este mantenimiento preventivo, se presentaron varias empresas y ganó una de Neuquén. A raíz de una serie de irregularidades de seguridad y habilitaciones, tomé mis recaudos, me presenté en Prefectura porque veía estos inconvenientes. Terminamos en un conflicto con la empresa, donde Prefectura está en el medio tramitando algunos permisos“.
Más allá de ese punto en particular, hay un tema de dinero que también tiene su peso en el conflicto: “también hubo irregularidades en la relación laboral y debido a eso di un paso al costado e hice la presentación. A partir del 1° de febrero tendríamos que haber estado en condiciones de trabajar y desde ese punto a esta parte, no se hizo prácticamente nada. En este momento, por las demoras está sin supervisión”.