Así lo indicó uno de los investigadores de la UCA que participó en el informe de fin de año que presentó la entidad: “el valor aproximado está en un 29%, pero preocupa la indigencia que está en un 6% que es un número muy alto”, aclaró.
La Universidad Católica Argentina (UCA) brindó su informe de fin de año sobre la pobreza en el país con una cifra de 31,4% lo que representaría un total de 13,5 millones de argentinos debajo de esa línea. Uno de los investigadores que intervino en este trabajo fue Juan Ignacio Bonfiglio que habló al respecto en la 99.9 haciendo algunas aclaraciones.
“Este año en la medición que realizamos nosotros, hubo un cambio en la metodología que hace que el dato no sea directamente comparable con nuestra serie histórica. El valor aproximado a los datos que veníamos trabajando estaría en un 29%”, puntualizó.
Eso implica que no hubo una profundización de las cifras que anteriormente se conocían, pero tampoco mejoras ostensibles: “no hay un recrudecimiento de la pobreza, pero si un cambio donde en 2017 hubo una mejora leve en algunos sectores respecto de 2016 que fue un año muy malo. No hay fluctuaciones relevantes respecto de los datos históricos, siempre hablando de pobreza por ingresos”.
En los últimos dos años hay un número que particularmente preocupa y es el de la indigencia que Bonfiglio definió como “la situación de pobreza más extrema”. “En ese sentido, ha habido un mayor número que en 2015 y está en un 6% que es un porcentaje muy alto”, agregó luego.
El principal desafío para que las personas salgan de esa línea de pobreza es el trabajo y por supuesto, la capacitación que permite acceder a los mismos: “deberíamos prestar atención al mercado de trabajo y sus características. El crecimiento económico permitiría un cambio en la estructura de trabajo para que, por ejemplo, haya más trabajo en blanco. Son cosas que no han sucedido hasta el momento, los procesos de modernización no han derivado en la incorporación de trabajadores al mercado. Hay que analizar de que forma el que está excluido pueda integrarse en un proceso de crecimiento económico, aunque sabemos que no es algo que se puede dar automáticamente”, finalizó.