Julio Aro: “Hacer algo en Mar del Plata es imposible”

El presidente de la Fundación “No me olvides” habló en la 99.9 sobre la decisión de dejar el memorial que estaban haciendo en el sur de la ciudad ante los constantes actos de violencia y vandalismo que sufren.

La violencia es parte de la cotidianeidad en la sociedad argentina y lleva a que los que buscan hacer algo para la sociedad, bajen los brazos. Eso sucedió con los que estaban impulsando la réplica del Cementerio de Malvinas en la zona sur que decidieron dejar el proyecto por las constantes agresiones.

La Fundación “No me olvides” era uno de los principales propulsores y su presidente, Julio Aro, habló en l 99.9 sobre esta triste decisión: “ya no es vandalismo, hay otro tipo de acto, por eso tenemos una denuncia penal. Que te prendan fuego la cruz cuando le pusiste el césped y todo ese plástico para que creciera la enredadera y que después se tomaran el trabajo y el atrevimiento de ir con herramientas a voltearla habla de otra cosa. Hay un grupo de personas que estaban en contra del memorial, o sea, la fruta no cae muy lejos del árbol. La señora de la esquina que le molesta que los chicos vayan de la escuela, que comen galletitas porque se les va a llenar de rata la casa. Ama lo que es la naturaleza del “no cemento” y tiene una casa de concreto de tres pisos. Las agresiones y las cosas que nos dicen llegan a un punto donde decís basta. Jorgelina tiene hasta perimetral con un vecino y sinceramente, no van a sacar la peor versión de la fundación, al contrario. Nos parece sabio hacer un paso al costado. Estamos entregando y devolviendo la plata a la gente que colaboró. Muchos de ellos, por supuesto, no la quieren aceptar. En Mar del Plata hacer algo es imposible”.

La lógica llevaría al menos a que la justicia investigue a las personas que se declararon abiertamente en contra del proyecto, pero nadie les ofrece una respuesta y por eso, saben que la conducta violenta no cesará: “queremos ir hasta las últimas consecuencias. Ahora voy a hacer una ampliación de la denuncia. No tengo las pruebas, pero, la fruta no cae muy lejos del árbol. Quien te pidió la banca 25, quien se toma el atrevimiento de ir a todas las empresas a decir que está en contra, quien junta en forma anónima plata para voltear la cruz, o sea, no hay una prueba concreta de una cámara, pero la fruta no cayó muy lejos de ahí. Eso es lo que te da bronca. Si hay algo en lo que se distingue la fundación y el respeto que tiene a nivel internacional es que somos buena gente, tenemos un grupo de muy buenas personas, de muy buenos colaboradores, de muy buenos amigos y lo fundamental y lo primordial es que ahora vamos a devolver la plata a esa gente que confió en nosotros. Vendemos la camioneta el miércoles y la decisión ya está tomada, no por mí, sino por toda la comisión de la fundación”.

Aro descartó la posibilidad de buscar otro lugar par emplazar el proyecto en la ciudad, porque cree que no cambiaría mucho: “nos satura saber que no podemos llevar una criatura desde los colegios a ese lugar porque un loco de estos le puede tirar una piedra y lo lastime. Por el momento vamos a hacer el proceso a la inversa, de agradecer, de llegar a los concejales que nos apoyaron, explicarles la situación y no podemos ser custodia de nuestros compañeros, somos custodia desde otro punto de vista. Lo que sí puedo garantizar es que nos podrán pintar la cruz, nos podrán robar la bomba, lo podrán sacar a las islas de los billetes, nos podrán voltear como lo hicieron ahora, pero lo que nunca van a lograr, por más que quieran, es arrancarlo de nuestros corazones y de la conciencia de muchísimos argentinos“.

Para el presidente de la Fundación “No me olvides” está todo muy en claro y la justicia tendría que investigar: “está todo muy a mano. Solamente tocarle el timbre a esta gente y preguntarle por qué estaba en contra. Escuchar lo que dijeron en la banca 25 te da todas las pautas como que es ridículo que un colegio cruce todo Mar del Plata para plantar una plantita de diablo, por no decirte de otra mala palabra, sin saber que ese chico que viaja, que viene, que riega esa planta tiene el nombre de un héroe, que va a trabajar sobre él, que va a buscar su historia. Puedo mostrar un montón de mensajes de mamás, de papás, de hermanos llorando, desilusionados porque no lo pueden creer. Es difícil que entre en la cabeza de alguien”, finalizó.