La victoria, anoche, del multimillonario en Indiana y la salida de Ted Cruz de la contienda electoral, aceleraron la decisión del gobernador de Ohio, John Kasich.
Donald Trump supera el último escollo que le quedaba para la nominación: el gobernador de Ohio, John Kasich, se baja también de la campaña electoral republicana, lo que convierte al magnate ya en el presunto candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Su designación será sólo una formalidad en la convención partidaria de julio.
La renuncia de Kasich sucederá esta tarde, según dejaron trascender a los medios desde su campaña. El gobernador de Ohio, un moderado que siempre buscó el perfil bajo y el tono medido en una contienda cruzada de agresiones, suspende su carrera al día siguiente de que el otro contendiente, el senador Ted Cruz, hiciera lo mismo tras perder ante Trump por 15 puntos en las primarias del Estado de Indiana.
Kasich había conseguido unos 156 delegados para la convención republicana de fines de julio y era el tercero en discordia. Con su renuncia y la de Cruz, Trump no tiene ya rivales de fuste en la contienda y la convención sólo debería ser un trámite. Hasta ahora, los dos apostaban frenar a Trump con una convencion “disputada”, pero el avance arrollador del magnate no se los hizo posible.
Así, Trump se convertirá en el candidato republicano que competirá muy probablemente con Hillary Clinton, que avanza en la interna demócrata.