El analista internacional habló en la 99.9 sobre distintos aspectos de la invasión de Rusia a Ucrania, entre ellos la incidencia de la partición de la iglesia ortodoxa ucraniana.
La guerra en Ucrania sigue extendiéndose en el tiempo con esfuerzos por parte de Rusia para hacer una realidad la invasión hasta tomar los lugares que reclama como propios y la estoica defensa del pueblo ucraniano en cada ciudad.
En ese sentido, el analista internacional Kevin Ary Levi puso sobre la mesa a través de la 99.9 algunos factores distintos en el análisis de lo que está sucediendo como la significancia de la partición de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana de la rusa: “tenemos que pensar como construyó su poder Putin dentro de Rusia y estuvo en buena medida apoyada por la iglesia ortodoxa dándole muchos recursos. Lo transformó en un instrumento al servicio de las nuevas aspiraciones geopolíticas rusas. En ese sentido, el gobierno ruso empezó a hablar en representación de los intereses de la defensa de la población ortodoxa rusa”.
En medio de ese desarrollo los ucranianos tomaron otro camino: “se habla incluso de la construcción de un nuevo centro hegemónico liderado por Rusia que incluya a la población ortodoxa cristina que abunda en Europa Oriental. En ese contexto, la iglesia ortodoxa ucraniana se escindió de la rusa y hay iglesias dentro del territorio ucraniano que son pro-rusia y otras nacionalistas ucranianas”.
En medio de ello, ante una invasión que fue anunciada durante varios días, llegó una respuesta ucraniana que quizás en Rusia no esperaban: “hay una reacción más contundente de lo que Putin podía prever hace dos semanas. Muy probablemente en base a actitudes y resultados electorales anteriores, podrían haber previsto que la población en el este del país iba a colaborar con la invasión. Esto no ocurrió en grandes números. Habrá que ver si Mariupol en el sur de Ucrania será tomada como parece que sucederá y si luego toman Odessa para crear un corredor hacia el este del país donde se estima que hay 15 mil combatientes de milicia separatistas ucranianas que son pro-rusos que se podrían sumar a los esfuerzos de la invasión”.
Además de afrontar una resistencia ucraniana, fuera de las fronteras, Rusia también está luchando contra el repudio generalizado: “hay una reacción adversa más fuerte fuera de Ucrania. Se removió a Rusia del sistema Swift que afecta las transferencias y los negocios del país, se detuvo la explotación de yacimientos petrolíferos que el día de mañana puede afectar las exportaciones de energía al resto del mundo y sería un golpe enorme a la economía. Otro aspecto que no se podía prever es que Alemania cambió su política internacional”.
Todavía parece haber un largo camino por recorrer en la guerra y mientras tanto, se van perdiendo vidas. “Es una guerra que recién al terminarse, podremos ver cuál fue el costo en vidas humanas, infraestructura, costo económico y hay mucha propaganda de ambos lados en la disputa de la narrativa de lo que está pasando”, finalizó.