El CEO de la banca comercial del HSBC a nivel global pide mirar más allá de la coyuntura económica del país y dice que hay grandes oportunidades en los sectores agrícola y energético
Luego de haber atravesado la crisis financiera internacional como directivo de uno de los bancos más grandes del mundo, Simon Cooper, el CEO global de la banca comercial del HSBC, no se asusta con los vaivenes de la economía argentina.
Para el grupo financiero británico, el país es uno de sus 10 principales mercados en el mundo, lo que no quiere decir que no tenga preocupaciones. Una de ellas: la AFIP impulsa una causa contra el banco por su supuesta permisividad ante presuntas maniobras de lavado de dinero. Pero Cooper, de paso por Buenos Aires, dijo a LA NACION que el HSBC está acostumbrado a trabajar bajo distintas regulaciones en todo el mundo, que está dispuesto a corregir errores y que no lo inquieta demasiado la inflación.
-¿Cómo está hoy la Argentina?
-Me conmovió cuan conectada está la economía local. Hay oportunidades en la producción agropecuaria, que es significativamente más grande que la necesidad doméstica, y en el comercio de esa producción con el resto del mundo. Hay muchos recursos naturales aquí, como el potencial del shale oil y el shale gas. Las estrellas se están alineando para una crear una economía atractiva basada en los alimentos y la energía. Nuestros clientes buscan invertir aquí.
-¿Cómo inciden la situación económica y política?
-La impresión que obtengo de nuestros clientes aquí es de optimismo. La gente ve oportunidades. Las relativas a la energía son significativas, más de lo que esperaba.
-El Instituto Internacional de Finanzas, que ustedes integran, es pesimista. Alerta por los desequilibrios económicos y la inflación.
-La Argentina demostró que sabe cómo lidiar con la alta inflación; los negocios siguieron y crecieron; el país sabe cómo participar en la economía mundial. Ahora hay signos positivos como el acuerdo con el Club de París. La impresión, luego de hablar con gente de negocios, es positiva.
-Tras el acuerdo con el Club de París la Argentina perdió un juicio en EE.UU. y tendrá que pagar una suma alta a un grupo de acreedores. ¿Cuál será el impacto?
-Esta situación debe asumirse como una oportunidad para que el país concluya este caso de la mejor manera posible. El camino de la negociación, en la instancia que corresponda, se impone como la actitud a seguir para resolver la situación, lo que permitirá posicionar a la Argentina como un fuerte jugador en el mercado comercial y financiero internacional.
-Cuando se habla elogiosamente de los países emergentes suelen surgir nombres como los Brics [Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica], pero no la Argentina. ¿Por qué?
-Los tres mercados principales de America latina para el HSBC son Brasil, México y la Argentina. No estoy convencido de que sea una ventaja ser agrupado en uno de esos muchos acrónimos que aparecen. Lo que es una ventaja es mirar qué fortalezas tiene una economía y capitalizarlas. Si tomás la Argentina, hay fortalezas en el sector de las commodities agrícolas. El mundo sigue escaso de alimentos, eso le da a la Argentina un rol significativo regional y mundial. Por otra parte, el mundo es un consumidor masivo de energía y la Argentina tiene la oportunidad de asumir un rol significativo como proveedor.
-Esos sectores tienen problemas; exportamos menos carne, trigo y lácteos, y en energía el país perdió el autoabastecimiento y cada vez tiene que importar más…
-Hay que desligarse de la situación actual y tender un puente al futuro. Nuestros clientes están muy interesados en las reservas de gas y petróleo que hay en Neuquén. La Argentina tiene la oferta y ahí afuera hay una demanda significativa para esos recursos y productos.
-El Gobierno acaba de poner topes a las tasas de interés de los préstamos de los bancos. ¿Afecta la rentabilidad del HSBC?
-Como todo mercado regulado, se establecen medidas de todo tipo y con diferentes alcances que generan un impacto no sólo en HSBC, sino en todo el sector financiero. Estos escenarios son tenidos en cuenta en nuestros planes de negocios. Tenemos la experiencia y trayectoria para llevar adelante nuestras operaciones en distintos países, con diferentes culturas y mercados.
-También fueron denunciados por la AFIP por lavado de dinero.
-Somos “invitados” en cada país en el que actuamos y nos tomamos las acusaciones seriamente. Si nos sugieren que no estamos haciendo las cosas correctamente queremos hacerlas bien. Queremos operar con los estándares globales más altos y la Argentina no es una excepción.
-¿La Argentina es más o menos complicada que otros países?
-Todos los mercados tienen diferentes complicaciones y oportunidades, es muy difícil comparar y decir si hay uno más complicado que otro.
¿Cómo está la economía mundial luego de la crisis financiera?, ¿puede haber otro Lehman Brothers?
-Una de las cosas que cambió en la industria financiera internacional es que está mucho menos conectada que en 2008. Por entonces la crisis pudo pasar a través del sistema, no intencionalmente, pero ahora crecieron las regulaciones en la mayoría de los mercados y eso ya no es más una preocupación. Algunas economías tendrán años buenos y otras tendrán años malos, la salida no será perfecta, sino lenta por los próximos 20 años, pero no veo la posibilidad de una crisis sistémica.
-HSBC pagó una multa al gobierno de EE.UU. por presunto lavado de dinero. ¿Por qué los bancos permiten estas maniobras?
-No es intencional. Si mirás los billones y trillones de dólares que se mueven todos los días a través del mundo se mueven por el sistema bancario. Lo que aprendimos es que tenemos que reforzar los controles para saber de dónde proviene exactamente ese dinero, porque en algunos casos estábamos equivocados..