La Casa Blanca se sitúa a favor del Apple y no apoyará la ley sobre el cifrado de datos

El proyecto normativo, que está a punto de presentarse, otorga a los jueces federales amplia autoridad para ordenar a las empresas de tecnología que ayuden a las autoridades. Sin embargo, el Gobierno de EE.UU. se encuentra más dividido que nunca. Y más en un año de elecciones.

iphone-fbiLa batalla que están librando las grandes compañías tecnológicas de EE.UU. contra las autoridades del país podría dar un giro inesperado. Según ha publicado Reuters, la Casa Blanca está en contra de la ley para regular la encriptación de datos digitales que prepara el Congreso. Parece que Apple saca ventaja.
Tim Cook compareció en el Congreso en el mes de marzo justo en el momento en el que su enfretamiento con el FBI se encontraba en el punto más álgido: los de Cupertino se negaban a desbloquear el iPhone de un terrorista, tal y como les había solicitado el juez. El CEO de Apple recordó que la privacidad de los usuarios está por encima. Fue entonces cuando, acorralados, el FBI movió ficha para sacar adelante una ley que le evitara tanto dolor de cabeza. «La negociación con Apple es la más dura de mi carrera», reconoció entonces el director del FBI, James Comey.
Ahora, Barck Obama parece querer proteger la información cifrada y está disminuyendo su apoyo a un proyecto de ley que obligaría a Apple, Google y compañía a ayudar a «hackear» los datos cifrados de cualquier persona si un juez así lo solicitase.
En el momento en el que la Casa Blanca diga «no» al proyecto de ley que presentarán en las próximas semanas los senadores Richard Burr y Dianne Feinstein, el tema del cifrado, la privacidad y la seguridad seguirá sin resolverse. Justo en un momento en el que WhatsApp ha cifrado por completo su servicio y los nervios empiezan a cundir en el FBI ante la posibilidad de no poder espiar más a través de la popular aplicación de mensajería instantánea.
Obama, el mes pasado, sugirió en un discurso que las fuerzas del orden necesitaban una forma de poder acceder a ese tipo de información encriptada en los «smartphones». Sin embargo, según Reuters, el Gobierno de EE.UU. se encuentra más dividido que nunca. Y más en un año de elecciones.
El proyecto de ley otorga a los jueces federales amplia autoridad para ordenar a las empresas de tecnología que ayuden al gobierno, sin explicar con exactitud qué tendrían que hacer o las circunstancias en las que tendrían que ayudar, según Reuters. Tampoco se contemplan sanciones específicas en caso de incumplimiento.
Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, aseguró el mes pasado que la administración de Barack Obama se muestra «escéptica» en cuanto a la capacidad de los legisladores para resolver el debate de encriptación, tal y como recuerda Reuters.
Las compañías tecnológicas y asociaciones defensoras de las libertades civiles se han opuesto desde el principio a la legislación del cifrado con el argumento de que socavará la seguridad para todos. Incluso hay a quienes les preocupa que una ley así acabe creando más problemas en vez de resolverlos, abriendo la puerta a piratas informáticos y servicios de inteligencia extranjeros.