La defensa de Luis Oscar Chocobar pedirá mañana a la Cámara del Crimen porteña el sobreseimiento del policía, que está procesado por el homicidio por exceso en la legítima defensa del asaltante que apuñaló al turista norteamericano Frank Joseph Wolek, en la Boca.
Y, según confiaron a LA NACIÓN calificadas fuentes judiciales, la fiscalía sostendrá un dictamen en la misma línea, al considerar que el efectivo de la Policía Local de Avellaneda actuó en legítima defensa cuando persiguió y mató a Juan Pablo Kukoc, de 18 años, el 8 de diciembre pasado.
La audiencia en la que comenzará a definirse el futuro de Chocobar se realizará a las 12 en el recinto de la Sala VI de la Cámara del Crimen. Luego de escuchar los alegatos de la defensa y del fiscal de Cámara Ricardo Sáenz, los jueces tendrán cinco días para resolver si corresponde el sobreseimiento del policía o si confirman el procesamiento que había dictado el juez de Menores Enrique Velázquez.
Hace una semana, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, acompañado de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, recibió a Chocobar en la Casa Rosada y respaldó su actuación cuando salió en defensa del turista atacado. “Estoy orgulloso de que haya un policía como vos al servicio de los ciudadanos. Hiciste lo que hay que hacer, que es defendernos de un delincuente. Quedate tranquilo porque hiciste lo que hay que hacer y te vamos a ayudar a resolver tu situación”, le dijo el Primer Mandatario en su encuentro del 1° de este mes.
Ese mismo día, el fiscal Sáenz publicó en su cuenta de Twitter: “El delincuente elige poner su vida en riesgo y el policía tiene la obligación de defender a los ciudadanos. Salgamos del laberinto de dejar salir a delincuentes peligrosos y cargar sobre los policías que dan su vida para protegernos”.
Chocobar no estará presente en la audiencia.Tampoco participará el letrado que representa a la familia de Kukoc. Según fuentes judiciales, la Cámara declaró mal concedido el recurso de su apelación con el argumento de que la querella discute sólo la calificación del hecho (pide que sea caratulado como homicidio agravado). Al fundar su rechazo al recurso, los camaristas consideraron que la calificación podría discutirse en un futuro juicio oral y no en esta etapa del proceso.
A partir de mañana, los integrantes de la Sala VI de la Cámara del Crimen comenzarán a analizar la resolución dictada el 24 de enero pasado por el juez Velázquez, en la que procesó sin prisión preventiva a Chocobar y le impuso un embargo de $ 400.000 por considerar que había cometido un homicidio por exceso en la legítima defensa contra uno de los dos asaltantes que acababa de apuñalar al turista norteamericano.
En la misma resolución, de 42 páginas, el magistrado también procesó, sin prisión preventiva al cómplice de Kukoc, un menor, de 17 años, a quien sólo se identificará como Jorge, por considerarlo autor del intento de homicidio agravado y robo contra Wolek.
El fallo de primera instancia también incluyó a Kukoc, acusado al igual que Jorge de haber asestado diez puñaladas a Wolek para robarle la cámara de fotos en la esquina de Olavarría y Garibaldi, el 8 de diciembre pasado, minutos antes de las 8.30. El juez Velázquez declaró extinguida la acción penal contra Kukoc debido a su muerte.
La audiencia de mañana comenzará con la exposición de argumentos de la defensa de Chocobar, quien explicará que la conducta del policía fue el epílogo de un único hecho que comenzó cuando Kukoc y su cómplice atacaron a Wolek y lo acuchillaron para robarle. Tres vecinos que estaban en el esa esquina vieron la agresión y persiguieron a los sospechosos. A esa persecución se sumó el policía, que había salido de su casa para tomar el colectivo 24 e ir a tomar servicio en la Policía Local de Avellaneda. Al llegar a Olavarría e Irala, en la Boca, Chocobar dio la voz de alto al asaltante que escapaba y disparó tres tiros al aire para disuadirlos de seguir su fuga. Luego que los vecinos le arrebataron la cámara que había robado momentos antes, Kukoc siguió huyendo. Esos vecinos volvieron adonde estaba el turista malherido y Chocobar prosiguió solo la persecución.
Metros antes de la esquina de Irala y Suárez, Chocobar volvió a ordenarla al ladrón que frenara. Lo vio darse vuelta e intuyó que podía atacarlo con el cuchillo que, estimaba, llevaba oculto bajo una campera que envolvía uno de sus antebrazos. Entonces, le disparó dos tiros; el policía dijo que apuntó debajo de la cintura, donde presumiblemente los impactos de bala pueden no ser letales. Uno de esos disparos dio seis centímetros por encima de la cresta ilíaca del sospechoso; el restante, en la parte posterior del muslo izquierdo. Cuatro días después, Kukoc falleció en el hospital Argerich.
La defensa sostiene que no se trataron de tres eventos separados e independientes, tal como consideró el juez Velázquez a la hora de dictar el procesamiento, sino que la muerte de Kukoc fue el resultado de un mismo hecho que comenzó con el ataque del sospechoso y de su cómplice contra Frank Wolek, que estuvo al borde de la muerte y, tras la intervención de los médicos y del resto del personal del hospital Argerich, fue dado de alta 21 días después.
Además, el abogado defensor insistirá con que, si bien los disparos contra Kukoc fueron por la espalda, el policía no tiró a matar sino que apuntó a una zona del cuerpo por debajo de la cintura con el objetivo de no provocar heridas letales. El tercer argumento de la defensa apuntará que la racionalidad del medio empleado por el policía para defenderse fue el arma de fuego que le entregó el Estado para su uso, debido a que era el único elemento que tenía a su alcance, y que además se comprobó que el asaltante estaba armado con un cuchillo, el mismo que se utilizó para atacar al turista.