José Carlos Corradini reclama una manutención a la artista alegando que a sus 63 años de edad no encuentra trabajo.
Chenoa nunca ha pedido nada a su padre. Por eso no entiende como él tiene la desfachatez de reclamarle ahora una pensión alimenticia. Se encuentra triste y avergonzada por la falta de principios de su progenitor, según han comentado a este periódico fuentes cercanas a la artista. Aunque el Código Civil recoja la obligación de los hijos de alimentar a los padres en casos de necesidad extrema, José Carlos tendrá que demostrar que su situación es realmente así.
La última vez que se vieron fue hace 26 años. Nunca han convivido juntos y no mantienen ningún tipo de relación. José Carlos Corradini, padre biológico de Chenoa, se atreve ahora a pedir una pensión alimenticia a su hija, según publica la revista Diez Minutos. El argentino alega que vive en una situación de precariedad tal que roza el umbral de la pobreza. Sin jubilación y sin ayuda, dice que no puede pagar el alquiler del apartamento en el que vive actualmente en Buenos Aires y tiene miedo al desahucio. Todas ellas razones por las que acude a pedir auxilio a la artista y no al resto de los otros cinco hijos que tiene.
Asegura que a sus 63 años está en la búsqueda activa de empleo, pero que debido a su edad le cierran las puertas. Hecho que tendrá de demostrar en el caso de atreverse a demandar a su propia hija. Además la obligación de alimentar a los padres deberá repartirse entre todos los hijos. José Carlos Corradini tuvo dos hijos con la madre de Chenoa, y otros cuatro con dos mujeres diferentes (dos con una y dos con otra). En total seis descendientes. Chenoa no tiene relación con ninguno. Sólo con Sebastián.
A sus 42 años recién cumplidos, la artista ha recibido el peor de los regalos que le ha podido otorgar su padre. Discreta y muy trabajadora, la mallorquina nunca ha buscado protagonismo por sus asuntos privados. Ahora su progenitor la vuelve a poner en el foco mediático, deseoso de volver a los platós de televisión.
Sin noticias de su progenitor
María Laura (nombre real de Chenoa) y su hermano Sebastián eran aún unos niños cuando sus padres decidieron poner punto final a su historia de amor. Aunque se enamoraron perdidamente y se casaron por la Iglesia, las cosas comenzaron a no funcionar entre la pareja y prefirieron separarse. Mientras una de las partes decidió probar suerte como cantante en el hotel Palma de Mallorca, José Carlos permaneció en el país argentino sin actividad reconocida. “Me separé de la madre cuando mis hijos eran chicos. Sebastián tenía dos años y Laura no tenía un año. Yo era un joven de 18 que no sabía nada de la vida y, por esas circunstancias, me separé. No fue fácil. Vengo de una familia más humilde. A mí me conoció por el 73 siendo hippie y con una forma de ver la vida menos capitalista”, contó Corradini en una entrevista en LOC.
Aunque en los primeros años, mantuvieron contacto por correspondencia pronto el padre cortaría todo canal de comunicación con sus hijos. Desde entonces solamente ha vuelto a ver a Chenoa en dos ocasiones: una siendo ella muy pequeña, con tres o cuatro años, y otra con 16 años en un aeropuerto. Nunca ejerció como padre. En los primeros años de vida de la intérprete y hasta su adolescencia, sus abuelos y su madre se encargaron de ella y su hermano.
Jamás volvió a saber de su progenitor. Hasta el pasado año. José Carlos asistió al programa Sálvame Deluxe aprovechando que Chenoa volvía a estar en auge, ya que acaba de emitirse el reencuentro de Operación Triunfo con un éxito aplastante. “Un día hice zapping y, por casualidad, vi Operación Triunfo en TV5. Dije: “Esa es Laura”. Viví toda su historia en Argentina en silencio. Mi hija ha sacado cinco CDs, con discos de platino cada uno. Eso da un dinero importante”, relató, aunque según él no volvía a la vida de su hija después de tanto tiempo para pedir dinero. “No quiero plata, quiero trabajo. Es lo único que le he pedido. No necesito dinero de mi hija. Chenoa ha dado trabajo a su hermano, a su madre, a la pareja de su madre… Es la gallina de los huevos de oro”, dijo en plató. Lo cierto es que se volvió a su país con más dinero del que traía en su cartera al intervenir en varias ocasiones en Telecinco, llegando a hacer un polideluxe. Parece que la historia se volverá a repetir y podría volver a a parecer en televisión. Mientras el sueldo mínimo en Argentina es de 480 euros al mes, Corradini podría multiplicar por muchos dígitos esa cantidad en un plató.