Las investigaciones indican que la responsable de la escuela insistía en que el aceite no estaba mal y que obligó a los niños a comer la comida que causó la muerte a 23 de ellos. De acuerdo a los informes realizados, el alimento que se sirvió contenía restos de insecticida.
Con el fin de esclarecer cómo se produjo la intoxicación, algunos miembros del gobierno indio se acercaron al colegio de Masrakh, en el Estado de Bihar, y entrevistaron a niños y a padres, según publica el diario Times de India.
De acuerdo a la palabra de los testigos, los niños se negaron en un principio a probar el curry con patatas y soja que les habían preparado en el comedor escolar porque tenía un aspecto extraño y olía diferente, pero la directora de la escuela les regañó y les obligó a comerlo.
“La directora insistía en que el aceite usado para preparar la comida no podía estar malo, pues había sido comprado en la tienda de su marido”, reveló la investigación. Y aseguran que se negó a socorrer a los niños cuando empezaron a sentirse mal.
“La hora y media o dos horas que se perdieron podrían haber resultado cruciales. Si los niños hubieran sido llevados de manera inmediata al hospital, algunas vidas se habrían salvado”, indican las pericias.
La autopsia confirmó la presencia de organofósforo en el cuerpo de los niños fallecidos. Dicha sustancia química empleada para insecticidas estaba en el curry que consumieron, como parte del almuerzo diario gratuito que brinda el gobierno a unos 120 millones de niños en toda la India.
El programa “Comida del mediodía” fue implementado alimenta a niños pobres en más de un millón de escuelas. Además, gracias al programa del Ministerio de Desarrollo de Recursos Humanos, ayuda a incrementar la inscripción de alumnos en las escuelas, su permanencia y su atención.