Según los datos del Indec, empujan el campo y la construcción; los analistas dicen que es positivo, pero no creen que se llegue al objetivo del Gobierno del 3,5% en el año.
La economía pegó la vuelta. Con una recuperación sostenida, pero a un ritmo todavía muy lento, la actividad tuvo en mayo su mejor crecimiento interanual en 19 meses y alcanzó los mismos niveles que mostraba en ese mismo mes de 2015, momento en que comenzaba la campaña presidencial.
Pero el crecimiento no podría todavía denominarse genuino. “Rebote” es la calificación que, más bien, utilizaron los economistas consultados por LA NACION para describir la estimación que ayer difundió el Indec. La explicación más convincente es que la base de comparación -casi todo 2016- fue un año de recesión, lo que estadísticamente mejora los indicadores oficiales que actualmente se difunden. Esto, creen los expertos, ocurrirá todo este año, otra temporada electoral.
El Indec informó ayer que el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), una proyección del PBI, mostró en mayo una suba del 3,3%. Es la mejor variación anual desde noviembre de 2015. Sin embargo, el mismo mes del año pasado la economía retrocedía 3,1%, lo que pone muy abajo la base de comparación.
En los primeros cinco meses del año, la actividad acumula un alza del 1%, mientras que la mejora desestacionalizada de mayo fue del 0,6% frente a abril. Pese a que la construcción y ahora, en menor medida, el campo son los sectores que están “tirando”, el ritmo de crecimiento, dicen los economistas, es muy lento. Algunos, incluso, ponen en duda la meta oficial puesta en el presupuesto para este año, del 3,5%.
En el Gobierno buscaron ayer inyectarle optimismo al dato del Indec, con la fundamentación de que la economía “consolida” un proceso de expansión y afirmando que la mayoría de los sectores ya se aferran a esa tendencia. Claro que esta mirada es sesgada sin tomar en cuenta contra qué se compara: la recesión del año pasado.
“El crecimiento de mayo significó una recuperación frente a abril, mes en el cual la inusualmente baja cantidad de días hábiles y el paro de transporte habían provocado una leve caída en la actividad. De esta manera, se sigue consolidando el proceso de crecimiento que comenzó en el tercer trimestre de 2016, y el nivel de actividad ya se encuentra 0,7% por encima del de diciembre de 2015”, indicaron cerca del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
“El dato del 3,3% de crecimiento de mayo recupera frente al desplome de mayo de 2016 y da bien el desestacionalizado contra abril”, afirmó Marina Dal Poggetto, directora de Bein & Asociados. “El arrastre para el año da 1,8% y el segundo trimestre, 0,6% contra el primero. Va lento”, dijo la economista.
Los sectores que explicaron el crecimiento, teniendo en cuenta su ponderación en el índice, fueron principalmente comercio mayorista, minorista y reparaciones (+4,5% interanual) y actividad agropecuaria (+3,3%). Equivalen cada uno a casi 20% del crecimiento interanual. Vale aclarar que dentro del sector de comercio están las ventas de autos y motos o de importados, y no sólo el alicaído consumo masivo. Le siguieron transporte y comunicaciones (+5,4%) e industria (+2,5%), que contribuyeron considerablemente al crecimiento mensual (en torno al 15%, según datos de la consultora Ecolatina). Luego aparecen actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+3%) y construcción (+9,3%), que sigue siendo uno de los sectores que crecen de manera sostenida. Incluso el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) informó ayer que el empleo formal en ese sector continuó expandiéndose en mayo y alcanzó un total de 403.928 puestos de trabajo, un aumento de 2,6% mensual.
“Dentro del sector de servicios, hoteles y restaurantes (+5,7%) e intermediación financiera (+4,2%) también continúan viendo mejoras en su performance, aunque con un menor peso relativo”, indicaron en Ecolatina. Los sectores que cayeron, en tanto, fueron explotación de minas y canteras (-4,2%), electricidad, gas, agua (-4,9%) y otras actividades de servicios comunitarias, sociales y personales (-0,9%).
Tanto Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina, como Melisa Sala, economista de Labour, Capital & Growht (LCG), coincidieron en que se trata de un buen dato, pero que la economía aún se mueve a un ritmo muy lento. “Se necesita una fuerte mejora en junio para que el segundo trimestre de 2017 cierre con un ritmo de expansión del PBI desestacionalizado superior al del primero (+1,1%)”, dijo Sigaut Gravina. Para Sala, el crecimiento del último bimestre de 2016 (+1,4% mensual desestacionalizado promedio) explica casi toda la recuperación (3% acumulado) desde el piso de junio de 2016. Es un 2,6% acumulado en el segundo semestre y 0,4% en los cinco meses de 2017. En LCG esperan un crecimiento del 2,8% en el año.
“Los datos son bastante buenos. Si bien no se puede decir que la economía esté creciendo fuertemente, ya se puede ver que está creciendo respecto del año pasado y respecto del primer trimestre”, analizó Fausto Spotorno, director de Orlando Ferreres y Asociados. “Son los sectores vinculados al agro y a la construcción los que tiran del tren. El resto son todavía vagones”, graficó el economista.