La empresa deberá pagar 20.000 euros por punto porcentual de discapacidad para indemnizar a los españoles que sufren malformaciones causadas por la Talidomida.
Casi sesenta años después de que este principio activo provocara malformaciones a miles de personas en todo el mundo, la farmacéutica alemana Grünenthal, que comenzó a comercializar la droga en 1957 para tratar náuseas o insomnio en embarazadas, ha sido condenada a indemnizar a las víctimas “de un atentado farmacéutico”.
José Riquelme, presidente de la asociación Avite, que cumple diez años de lucha para el reconocimiento de esta situación en España, dice: “se ha hecho justicia reconociendo el mayor atentado farmacológico de la historia. Es un homenaje a nuestras madres, y nosotros hemos recuperado la dignidad que nunca tuvimos que perder incluso antes de nacer”.
El juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid condenó a Grünenthal al pago de una indemnización de 20.000 euros por punto porcentual de discapacidad a cada uno de los afectados; se calcula que pagará medio millón de euros por persona. Sin embargo, esta indemnización contempla solo a los afectados reconocidos por el gobierno en el Real Decreto 1006/2010, ya que no se pronuncia para el resto de afectados, que tendrán que acudir a la vía administrativa o judicial con un reconocimiento médico para verse incluidos.
El abogado Ignacio Martínez explicó que “ya no es necesario presentar pruebas de que lo tomó, y la farmacéutica tiene que responder por todo a través de sentencias particulares. Los afectados que no están reconocidos por el gobierno no pueden demostrarlo al 100%, pero sí se les puede hacer un reconocimiento médico que vaya descartando otras causas para llegar a una máxima posibilidad”. El Dr. Claus Knapp, médico radiólogo que descubrió los efectos que producía la Talidomida, se encargará de hacer el reconocimiento a aquellas personas que padecen dicha patología pero no pueden probarla.
Sobre el número de afectados en España, Martínez ha dicho que si se aplica la estadística de los reconocidos en Alemania “tendrían que ser centenares”. Para la asociación, lo más relevante de la sentencia es que “desestima la prescripción del caso”, como alegaba la farmacéutica, ya que apreciaría un “daño continuado” a las víctimas.