En su demanda judicial acusa a la asociación de décadas de corrupción y fraude.
Letitia James, fiscal general del estado de Nueva York, lanzó el jueves un ataque en la línea de flotación de la todopoderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA). En una demanda judicial, que dio a conocer en rueda de prensa, James busca la disolución de la NRA porque décadas de corrupción y fraude –en los últimos tres años se evaporaron 64 millones de dólares, según sus datos– socavan de manera irreparable su capacidad para operar como una organización sin ánimo de lucro.
También solicita la destitución de su director ejecutivo, Wayne LaPierre, gran amigo del presidente de EE.UU., Donald Trump, que lleva 39 años en el liderazgo de este lobby de las armas. La fiscal subrayó que él y otros utilizaron los fondos del grupo para financiarse un estilo de vida lujoso. James requiere además al Tribunal Supremo de Nueva York que LaPierre y tres directivos (John Frazer, Josh Powell y Woody Phillips) abonen decenas de millones a los miembros de la asociación en compensación por los fondos malversados e inflar sus salarios, como ha desvelado su investigación.
“La influencia de la NRA ha sido tan poderosa que la organización ha operado sin ningún tipo de control durante décadas, mientras sus dirigentes se echaban millones a sus propios bolsillos”, remarcó James, que pertenece al Partido Demócrata.
Su investigación empezó en febrero del 2019. En estos meses ha encontrado pruebas de “una cultura de autocontratos, mala administración y negligencia en el control de la NRA, que era ilegal, opresiva y fraudulenta”, añadió. “La NRA está plagada de fraudes y abusos, que es la razón por la que hoy perseguimos su disolución, ninguna organización está por encima de la ley”, insistió.
Su demanda civil, sin que descarte una acción penal, no es más que el principio de lo que se augura un largo proceso judicial. La organización tiene un gran aliado en Trump. En su primera reacción, el presidente calificó de “cosa terrible” la iniciativa de Letitia James, quien en ocasiones se dirige a esta asociación como “organización terrorista”.
“Pienso que la NRA debe mudarse a Texas y disfrutar de una buena y bonita vida”, dijo Trump. La presidenta de la asociación del rifle, Carolyn Meadows, recalcó que saldrán ganadores en el pleito contra esta denuncia. “Carece de base –matizó–, es un ataque premeditado a nuestra organización y a las libertades que la Segunda Enmienda (poder tener armas) lucha por defender”.