Zhong Yang ha sido condenada a 13 años de cárcel por corrupción, pero le ha hecho famosa ha sido un apartado del comunicado oficial que censuraba también su “mala conducta” por tener relaciones sexuales con “58 subordinados”.
Zhong Yang era adicta al sexo. La noticia de que esta gobernadora del Partido Comunista Chino (PCCh) haya acabado en la cárcel por aceptar millones de euros en sobornos ha quedado prácticamente en una anécdota. Una parte de la opinión pública está más interesada en su vida privada. En China hay muchos funcionarios corruptos, pero hasta ahora ninguno arrastraba también un historial público de relaciones sexuales tan cuantioso que ha pasado por encima de los filtros que dominan el ciberespacio del gigante asiático. Los censores no han podido -o no han querido esta vez- parar el tsunami de publicaciones y comentarios sobre la colección de amantes de la señora Zhong.
Empecemos por el principio, abril de 2023, cuando las autoridades de Guizhou, una provincia del Suroeste, abrieron una investigación contra una funcionaria que era una política en ascenso.
Zhong, de 52 años, era gobernadora de Qiannan, una de las regiones más pobres de Guizhou. Licenciada en Historia, a los 20 años se afilió al PCCh y comenzó a ocupar cargos de peso a nivel provincial en el partido. Llegó a trabajar como magistrada de condado -un juzgado de lo contencioso en áreas rurales- y dirigió comités de trabajo, lanzando ambiciosos programas agrícolas que impulsaron el desarrollo económico en aldeas muy pobres.
El éxito de esas iniciativas fue un trampolín para llegar a puestos de mando. En 2019 fue enviada a Qiannan como subsecretaria del partido para después ser nombrada gobernadora. Su popularidad creciente la llevó incluso a viajar a Pekín en 2021 y 2022 como diputada de la Asamblea Nacional Popular (ANP), la reunión anual del Parlamento chino, donde presentó varias propuestas para mejorar la atención a los ancianos que viven en las aldeas más remotas.
Zhong fue destituida tras hacerse público que el Gobierno provincial la investigaba por un caso de corrupción. No trascendieron más detalles hasta que una televisión estatal emitió un documental en el que se desnudaban distintos escándalos que salpicaban a funcionarios del partido. Uno de los capítulos se centró en la caída de Zhong: había aceptado casi 60 millones de yuanes (7,5 millones de euros) en sobornos. Utilizaba su posición de poder para favorecer con contratos públicos a las empresas que le pagaban la correspondiente comisión ilegal.
Zhong acaba de ser condenada a 13 años de prisión por corrupción. Pero lo que realmente ha llamado la atención a muchos diarios chinos y usuarios de redes ha sido un apartado del comunicado de las autoridades de Guizhou en el que detallan la “mala conducta” de la gobernadora, una mujer soltera y sin hijos, por haber mantenido relaciones sexuales con “58 subordinados”.
Según varios informes de medios locales, que citan fuentes de la investigación contra Zhong, la mujer quedaba con muchos de sus amantes en clubes nocturnos de la provincia. También mantenía encuentros íntimos con funcionarios de otras regiones del país, a los que visitaba con frecuencia justificando los desplazamientos como “viajes de trabajo”.
Uno de sus amantes, en declaraciones a un periódico local, aseguró que Zhong era “adicta al sexo” y que, tanto él como otros funcionarios de Qiannan y Guizhou, terminaron manteniendo relaciones con ella por miedo a perder sus empleos.