Las muertes se produjeron por el contagio de la cepa H7N9, una de las más letales, en los meses de diciembre y enero. En los últimos 90 días se detectaron un total de 160 casos.
El último caso ocurrió el fin de semana y la víctima es un vendedor de patos asados de 36 años que desarrolló los primeros síntomas a fines de diciembre y murió después de viajar desde la provincia de Zhejiang, donde trabajaba, a la de Henan, donde estaba su hogar familiar, informó este lunes el diario oficial Global Times, citado por EFE.
En los últimos 90 días se detectaron un total de 160 casos de H7N9, y el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China advirtió que el número podría aumentar en estos meses más fríos, los de mayor virulencia para esta mutación de la gripe aviar.
Los primeros casos de H7N9 se diagnosticaron en marzo de 2013 en China, y también sucedieron contagios en Taiwán, Malasia y Hong Kong.
Al no transmitirse entre humanos el número de casos es relativamente bajo (cerca de 800 en todo el mundo en los últimos tres años), pero alarma su alta mortalidad, ya que casi la mitad de los pacientes fallecieron.
El hecho de que no afecte a las aves, que son meramente portadoras del virus, dificulta su detección y las investigaciones para combatirla.