James Lee Acord y Rhonda Pasek fueron arrestados tras desmayarse al volante con un niño de cuatro años en el asiento de atrás. La fotografía del incidente se ha vuelto viral.
Este miércoles por la tarde, un agente de policía de East Liverpool, Ohio (Estados Unidos), paró un vehículo por conducir erráticamente e hizo un descubrimiento asombroso: el conductor estaba apenas consciente y una mujer estaba desplomada en el asiento del copiloto.
En la parte de atrás había un niño de cuatro años con el cinturón de seguridad puesto, según el informe policial, que identifica a la mujer como la madre del niño, aunque según un amigo de la familia en realidad es su abuela.
El policía llamó a una ambulancia y cuando los sanitarios llegaron, les administraron naxolona, un fármaco usado para tratar la intoxicación aguda por opiáceos. Después de reanimar a James Lee Acord, de 47 años, y a Rhonda Pasek, de 50 años, la policía les arrestó y contactó con el Servicio de Protección de Menores del condado de Columbiana, donde se ubica la ciudad de East Liverpool.
Acord fue sentenciado a 180 días de prisión por conducir bajo la influencia de drogas y poner en peligro a un menor, según un periódico local. Pasek está acusada de alteración del orden público, poner en peligro a un menor y de no llevar puesto el cinturón de seguridad.
Parecería otro día en la epidemia estadounidense de opiáceos, pero un agente decidió fotografiar a los adultos sin conocimiento en el coche junto con el niño con gesto serio en la parte de atrás y el Ayuntamiento de East Liverpool tomó la sorprendente decisión de subir la foto a Facebook. En una fotografía puede observarse el brazo de uno de los policías sosteniendo la cabeza de la mujer, para que su cara entre en el objetivo.
“Es el momento de que el público que no consume drogas vea con lo que tenemos que lidiar diariamente”, escribió el Ayuntamiento en el texto que acompaña a las imágenes. “Sentimos que necesitamos ser una voz para los niños atrapados en este desastre horrible. Este niño no puede hablar por sí mismo, pero esperamos que su historia pueda convencer a otros consumidores de drogas para que se lo piensen dos veces antes de inyectarse ese veneno mientras tienen a un menor bajo su custodia”. El post ha sido compartido más de 28.000 veces y acumula más de 5.000 comentarios.
Brian Allen, el director de los servicios públicos y seguridad de la ciudad, ha declarado a ‘The Washington Post’ que las autoridades de East Liverpool, una ciudad de 11.000 habitantes, afrontan casos relacionados con la heroína diariamente. “Ayer tuvimos dos sobredosis”, declaró. “Hoy hemos hecho una redada en la casa de un traficante y arrestado a un consumidor”.
El estado de Ohio está sumido una epidemia de heroína y de otros opiáceos que no parece que vaya a remitir. El año pasado, un récord de 3.050 personas en Ohio murieron de sobredosis. Afecta a todo el estado, pero ataca más duramente en pequeñas ciudades como East Liverpool y otras áreas rurales en el este y el sur del estado. El río Ohio, que una vez fue una artería industrial potente, ahora está salpicado por comunidades que han perdido su empuje tras el cierre de fábricas y los miles de puestos de trabajo que han desaparecido con ellas.
Kathleen McCoy, una especialista en adicciones químicas del Centro de Asesoramiento del condado de Columbiana, ha declarado a ‘The Washington Post’ que la heroína es una gran problema en el condado. En su opinión hay recursos para ayudar a las personas que tienen problemas de abusos de sustancias, pero indica que una gran barrera es conseguir que los adictos busquen ayuda. Cuando McCoy vio las fotografías de Acord y Pasek vio una representación de una enfermedad terrible.
Ohio ha quedado recientemente inundado por una nueva oleda de fentanilo, un opiáceo sintético extremadamente potente que mató al cantante Prince. En más de un tercio de las muertes por sobredosis en el estado en el año 2015, el responsable fue el fentanilo. Más recientemente, el estado ha vivido un aumento del uso de carfentanil, un tranquilizante de elefantes 10.000 veces más potente que la morfina. El carfentanil ha estado implicado en la explosión de casos de sobredosis en Cincinnati.
Acord ha sido arrestado por múltiples delitos en varios estados, según registros públicos, incluyendo conducir bajo la influencia de drogas, beber en público y atracos sin arma. Muchos de estos delitos ocurrieron en la década de los 90. Pasek también había sido arrestada en los comienzos y medidados de la década de los 2000, incluyendo entre sus cargos amenazas, embriaguez, resistencia a las autoridades y por abandonar la escena tras un accidente de tráfico.
El director de seguridad pública, Brian Allen, afirmó que el condado ha sido sobrepasado por el problema opiáceo y que no tienen suficiente lugares donde enviar a las personas que se han convertido en adictas a estas poderosas drogas. “Los arrestamos, vuelven a salir y vuelven a consumir”.
Otras ciudades pequeñas como Huntington, en Virginia Occidental, afrontan problemas similares. Con una población de 49.000 habitantes, la policía respondió a 26 casos de sobredosis de heroína en cuatro horas el pasado 15 de agosto.
A nivel nacional, las muertes por sobredosis de heroína han ascendido rápidamente, desde 1.960 en 1999 a 10.574 en 2014, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedad (CDC).
Las tasas de muertes por sobredosis en Ohio ha sido una de las más altas en Estados Unidos. Las muertes por heroínas se han multiplicado por más de diez entre 2003 y 2013, de 87 a 1.196, según el Departamento de Salud de Ohio.
Allen afirma que más personas necesitan entender cómo es la ‘vanguardia’ de esta epidemia para poder reaccionar ante ella. “A veces la verdad es dura de ver”, defiende”, “y eso es lo que esta foto es. La verdad”.