En Japón, la ley contra la prostitución y la pornografía infantil prohíbe la producción y publicación de imágenes sexuales de niños, pero las creaciones de IA no están sujetas a esta norma.
Japón ha arrastrado durante mucho tiempo un grave problema con la abundante cantidad de pornografía infantil que inundaba sus redes. También a pie de calle. Un reportaje publicado en 1999 por la revista estadounidense Wired explicaba que, en Tokio, máquinas expendedoras vendían bragas usadas de colegialas y que en los sex shops había cuadernos con ilustraciones de adolescentes desnudas.
A diferencia de otras muchas naciones desarrolladas, no fue hasta 2014 cuando las autoridades del país asiático sacaron una ley para castigar la posesión de imágenes de abuso sexual de menores. Pero la prohibición no se aplicaba al anime ni al manga por el revuelo que montaron artistas y editores, quienes reivindicaban su libertad de expresión.
Casi una década después de aquello, la lucha contra la pornografía infantil vuelve a estar de actualidad en Japón, pero esta vez por culpa de la inteligencia artificial: cada vez hay más páginas webs que publican imágenes sexuales de niños generadas por IA.
Esto lo descubrió una investigación del periódico Yomiuri Shimbu. Con la ayuda de varios expertos, encontró más de 3.000 imágenes de menores, muchas indistinguibles de fotografías reales, que subía cada mes una empresa de tecnología con sede en Osaka a su página web, accesible en todo el mundo y con 100.000 usuarios registrados.
“La página generaba más de dos millones de visitas mensuales. Pero esta empresa es sólo una de varias compañías que venden acceso a pornografía infantil generada por IA. El análisis se llevó a cabo únicamente en sitios de visualización gratuitos. Hay otros de pago que contienen muchas más imágenes de este tipo”, explica la investigación.
Los usuarios registrados en estas páginas también pueden publicar y comprar imágenes de niños desnudos generadas por IA. Utilizando un software desarrollado por la empresa de análisis Similarweb, Yomiuri Shimbun descubrió que alrededor del 40% de las visitas al sitio provinieron del extranjero durante el período de julio a septiembre de este año.
En Japón, la ley contra la prostitución y la pornografía infantil prohíbe la producción y publicación de imágenes sexuales de niños, pero las creaciones de IA no están sujetas a esta ley. Por ello, empresas tecnológicas están aprovechando este vacío legal para crear y compartir imágenes realistas de IA que representan el abuso sexual de menores.
Pero Japón no es el único país que tiene un gran problema con la pornografía infantil generada por IA. En noviembre, un psiquiatra infantil fue condenado en EEUU a 40 años de prisión por grabar a menores y utilizar una aplicación de inteligencia artificial que quitaba la ropa de los críos que salían en las imágenes.
Internet Watch Foundation (IWF), un organismo de control de seguridad con sede en Reino Unido, dice que en todo el mundo cada vez hay más pedófilos utilizando software de Inteligencia Artificial disponible gratuitamente para crear este material. “Utilizan foros de la deep web para aprender el uso de modelos de IA de código abierto para crear todo el material”, explica Dan Sexton, director de tecnología de IWF.
Hace unos meses, un programa de la BBC destapó varios software de generación de imágenes que luego se vendían a usuarios de todo el mundo a través de una red social japonesa llamada Pixiv, utilizada principalmente por artistas que comparten manga y anime.