Así definió Jorge Frías, titular de la Asociación de Capitanes de Pesca al Secretario de Pesca de la Nación, Tomás Gerpe después de una reunión que mantuvieron para analizar los temas inherentes a la actividad: “La industria pesquera tiene que sincerarse”, afirmó.
El Secretario General de la Asociación de Capitanes de Pesca, Jorge Frías, estuvo reunido con el Secretario de Pesca de la Nación, Tomás Gerpe y destacó en la 99.9 la falta de idoneidad que tiene el funcionario para llevar adelante una tarea tan importante como la que tiene por delante.
“La imagen que nos traemos es que hay mucha voluntad, pero confirmamos que por su historia, la idoneidad del funcionario para realizar la tarea es prácticamente nula. Él mismo generó la expectativa de aplicar la ley y hacer lo posible por escuchar a los idóneos en el tema, como el caso nuestro”, señaló.
A pesar de ello, tratarán de acompañar la gestión para el bien de la actividad pesquera: “en el intercambio de opiniones vimos que las críticas que recibía eran reales. Sin embargo, no cambiamos la mirada sobre quien tiene que tomar las decisiones. Lo que debemos aceptar es que son los designados y por interés propio monitorear su gestión para que la industria se motorice”.
Lo que reclaman ya desde hace un tiempo, es que se termine con lo que han denominado como la “privatización del mar” para que no exista diferencias dentro de la propia actividad. “La industria pesquera tiene que sincerarse. El sinceramiento del dólar impacto en beneficio del sector empresario. Lo que están sufriendo algunos empresarios tienen que ver con la aplicación de la cuotificación, privatizar el mar por un tiempo. La aplicación no fue como se transmitió que debería ser. Se transformó en una herramienta para monopolizar el recurso”, remarcó Frías.
En cuanto a la actividad que le concierne, aclaró que “los capitanes no necesitamos controles, nos han impuesto muchos durante los últimos años. Supuestamente deberían ser efectivos porque llevan 15 años de aplicación y se siguen discutiendo las mismas cosas. El capitán tiene todas las responsabilidades incluso antes de soltar las amarras pero es el único monitoreado”, reclamando por controles para todas las actividades restantes.