La Corte Suprema puso fin a una ley de la época de la colonia que condenaba las relaciones entre personas del mismo sexo.
India celebra un fallo histórico. Hoy el alto tribunal terminó con una ley de la época colonial que castigaba los actos homosexuales con hasta 10 años de prisión y que tenía a la comunidad gay atemorizada, con miedo a ser acosada y procesada por la Policía.
La despenalización de la homosexualidad en la segunda nación más poblada del planeta, con 1250 millones de habitantes, representa una batalla ganada en la lucha por la igualdad, que se vio reflejada en la gente que esperó la lectura de sentencia en las calles con alegría y abrazos.
No fue este el primer intento de la nación asiática por terminar con esta norma. En 2009, un Tribunal Superior declaró inconstitucional la sección 377 de la ley, que prohíbe “cualquier relación carnal contra el orden de la naturaleza”. Pero el fallo fue revertido por la Corte Suprema.
Ahora, la decisión fue otra. Esta disposición “se había convertido en un arma de acoso contra la comunidad LGTB”, declaró el presidente de la Corte Suprema, Dipak Misra, que trató el tema tras la demanda de un grupo de homosexuales, entre ellos varias celebridades.
Según el Código Penal indio, que data de la era colonial británica, la homosexualidad podía ser castigada hasta con cadena perpetua. Sin embargo, las condenas por relación entre personas del mismo sexo eran rarísimas.
Durante los debates, el gobierno nacionalista de Narendra Modi, conservador en temas sociales, optó por no tomar una posición y dejó que la justicia decidiera en libertad.
Así, India se convirtió en el 124º Estado del mundo en el que los actos homosexuales ya no son criminalizados, según datos de la Asociación internacional de personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexos.
Una sociedad reacia al cambio
Aunque existe un entorno homosexual discreto en grandes ciudades como Delhi o Bombay, las relaciones sexuales entre hombres o entre mujeres son mal vistas por la sociedad india.
Muchos indios, en especial en las zonas rurales donde reside el 70% de la población, consideran la homosexualidad como una enfermedad mental. Algunos la equiparan incluso con la zoofilia.
“Es la primera etapa de la historia de muchos otros países que primero despenalizaron las relaciones homosexuales, y luego autorizaron las uniones civiles y después el matrimonio” homosexual, indicó Keshav Suri, propietario de una cadena de hoteles de lujo que figura entre los demandantes ante la Corte.
“Es una larga batalla para llegar a la igualdad de los derechos, pero estoy seguro de que al final lo conseguiremos”, agregó.