El Gobierno anunció una suba del 15,6% para las jubilaciones mínimas a partir de diciembre, que implicará un aumento del 72,6% en todo 2022. De esta manera, los haberes jubilatorios perderán nuevamente contra la inflación, al igual que las pensiones y la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Si bien el ministro de Economía, Sergio Massa, y la titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses),Fernanda Raverta, dijeron que el aumento será del 107%, debido a que, de manera adicional, se otorgará un bono de $10.000 para esos haberes, pero el beneficio se dará solo por tres meses y no modificará la jubilación mínima sobre la que se calculará el ajuste de marzo próximo ni se aplicará sobre el aguinaldo.
Si se toma en cuenta el aumento real del 72,6% de la jubilación mínima -que alcanza al aguinaldo y al resto de los beneficios- los haberes previsionales más bajos perderán al menos 22 puntos sobre la inflación proyectada del 95% para este año.
Jubilaciones en baja
En enero, la jubilación mínima era de $29.062 y, de acuerdo con el anuncio oficial de este jueves, alcanzará los $50.155 en diciembre. Así, la suba anual acumulada será del 72,6%.
En contraposición, sólo en los primeros nueve meses del año la inflación fue del 66,1% y las proyecciones del propio Gobierno, que incluyó en el proyecto de Presupuesto 2023, es del 95% para diciembre; las estimaciones privadas superan los tres dígitos. Es decir, que de cumplirse la proyección oficial, las jubilaciones mínimas perderían 22,4 puntos frente a la suba promedio de precios.
“La movilidad jubilatoria ‘nacional y popular´ sigue siendo un robo a millones de jubilados. Los bonos para quienes reciben la mínima son un reconocimiento de que los aumentos quedan muy por debajo de la inflación. Benefician a los bancos mientras ajustan a los jubilados”, escribió Nicolás del Caño, diputado del Frente de Izquierda, en su cuenta de la red social Twitter.
Si en vez de tomar porcentajes, se calculan valores, la canasta básica que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) señaló que un adulto necesitó $41.493 en septiembre -último dato disponible- para no ser pobre, pero si se toma la canasta básica de los jubilados, que mide la Defensoría de la Tercera Edad, alcanzó los $151.478 en octubre. Es decir, que sumando el bono de $10.000, apenas lograrán cubrir una tercera parte de los ingresos necesarios.