La Corte Suprema del Estado afirma que la pena se impone de forma “arbitraria y con sesgo racial” y obliga a conmutar todas las condenas.
La Corte Suprema del Estado de Washington declaró inconstitucional este jueves la pena de muerte en una decisión que supone el fin efectivo de esta práctica dentro de su jurisdicción. La decisión de la máxima autoridad judicial estatal se basa en que la pena de muerte se aplica de forma “arbitraria y con sesgo racial”. El tribunal ordenó conmutar a cadena perpetua las penas de los ocho reclusos que actualmente se encuentran en el corredor de la muerte.
“La pena de muerte en Washington ha sido declarada inconstitucional tres veces”, comienza el argumento de la corte, “y hoy lo hacemos de nuevo”. El tribunal aclara que no considera inconstitucional la pena de muerte per se, sino la forma en la que se administra. “La pena de muerte, tal como se administra en nuestro estado, no cumple sus objetivos punitivos”.
El caso en cuestión es el recurso de la sentencia contra Allen Eugene Gregory, un hombre que violó, robó y asesinó a una mujer de 43 años en su propia casa en 1996. Fue condenado a muerte en 2001. La corte descarta de plano revisar la culpabilidad de Gregory, pero en su decisión acepta que la pena de muerte sea conmutada por cadena perpetua y hace extensivo su argumento a todas las condenas a muerte activas en el Estado de Washington.
El estado (7,4 millones de habitantes en la esquina noroeste de Estados Unidos) tiene ocho reclusos en el corredor de la muerte de los que cinco son blancos y tres afroamericanos. En más de un siglo, el Estado de Washington ha ejecutado a 78 personas. La última ejecución se realizó en 2010. Desde 1994, solo cuatro personas han sido ejecutadas en el estado. Según la información del Departamento de Prisiones, hasta este jueves había dos formas legales de ejecución, la inyección letal y el ahorcamiento. La segunda solo se utiliza en caso de que lo pida el reo.
El gobernador del Estado, el demócrata Jay Inslee, impuso una moratoria en la aplicación de la pena en 2014. Inslee reaccionó a la decisión de la Corte con un comunicado en el que celebraba “un momento importante en la búsqueda de una justicia que se aplique de forma equilibrada”.
En Estados Unidos, 31 estados permiten la pena de muerte y en 19 ha sido abolida. Washington era uno de los cuatro (con Colorado, Pennsylvania y Oregón) en los que era legal pero existía una moratoria de aplicación.
En total, hay 2.743 personas en Estados Unidos esperando a ser ejecutadas legalmente, según datos de Deathpenaltyinfo. El estado con más reos en el corredor de la muerte es California, donde hay 740 personas. California no ha abolido la pena de muerte pero ha detenido su aplicación de facto desde hace una década. La última propuesta para ilegalizar la pena de muerte fue rechazada en las urnas en 2016. El estado que más condenados ha ejecutado es Texas, con 10 ejecuciones este año, 7 el año pasado y 555 en su historia. El uso de la pena de muerte está decreciendo en Estados Unidos. Hace 20 años, 295 personas fueron condenadas a muerte. En 2017 fueron 39.