En un nuevo fallo, la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal dio lugar al planteo de Mavys Álvarez, que fue traída al país cuando tenía 16 años. El foco, esta vez, cae sobre los funcionarios que permitieron su llegada a la Argentina.
Hoy martes por la tarde, en un giro inesperado, la Sala I de la Cámara Federal ordenó que se desarchive la denuncia realizada en 2021 por Mavys Álvarez, la mujer cubana que acusó al entorno de Diego Armando Maradona de trata de personas, por haberla ingresado al país cuando tenía 16 años. La denuncia había sido rechazada por el juez Daniel Rafecas, al asegurar que los delitos habían prescripto por el paso del tiempo, un planteo confirmado por la propia Cámara en 2022.
Luego, la querella de Álvarez apeló, con un planteo de los abogados Gastón Marano y Marcela Scotti. Ahora, los jueces Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Carlos Mahiques ordenaron por unanimidad que la causa regrese a Rafecas para agotar medidas de prueba. El foco, esta vez, está puesto en los funcionarios que permitieron que Álvarez ingresara al país con 16 años.
“En tales condiciones, atendiendo al planteo efectuado en este aspecto por la parte querellante, aparece como necesario despejar las dudas en torno a la posible intervención de funcionarios públicos, para lo cual corresponde profundizar la pesquisa y agotar el estudio de aquel extremo sobre la base de las medidas de prueba cuya producción se considere pertinente”, asegura el fallo al que accedió Infobae.
Entre los denunciados originales se encontraron Carlos Ferro Viera y Gabriel Buono, amigos de Maradona a comienzos de siglo y habitués en sus fiestas y viajes. Por orden de la Sala I, ambos, querellados por Mavys, volverán a ser investigados.
En su planteo, la querella apuntó contra Fidel Castro: Mavys conservó durante años una foto que la muestra junto al líder del régimen cubano y a Maradona. Ante la Cámara, los abogados aseguraron que Castro “se trató de una persona instrumental y necesaria para el irregular traslado de la víctima al territorio argentino”. “En cualquier caso, la víctima permaneció en Argentina merced al permiso de Fidel Castro y fue retornada cuando aquel lo comandó, con lo cual su dominio de la situación no cesó en ningún momento”, afirmaron en el mismo escrito.
Finalmente, aseguraron que la propia familia de Mavys fue infiltrada por personal de inteligencia cubano.
Álvarez fue admitida como querellante en noviembre de 2021, tras otra apelación de Marano luego de una negativa de Rafecas. En sus sucesivos relatos, la mujer cubana aseguró que fue víctima de una relación abusiva controlada por el ídolo, avalada por su entorno.
En una presentación hecha por sus abogados en los tribunales de Comodoro Py, Mavys afirmó sobre sus días porteños:
“Es importante para mí destacar que durante mi estadía en Argentina, en 2001, en donde permanecí durante dos meses y medio, no se me permitía salir sola de los hoteles en que me alojé, ni tampoco de un departamento ubicado en Capital Federal en dónde permanecí, habiendo siempre personas encargadas de que permaneciera allí. Durante la totalidad de mi permanencia en el país, sólo pude realizar dos actividades que elegí (una a comprar y otra al zoológico), aunque siempre acompañada por una persona hasta mi regreso”.
“Del mismo modo, en Argentina, y aún siendo menor de edad, fui presionada a realizarme una operación de aumento de mamas, la que se realizó en el país sin autorización de ninguna persona responsable por mí. En las mismas circunstancias me suministraron drogas en el país, las cuales me acarrearon una adicción durante muchos años. Las secuelas de lo que viví perduran hasta hoy”, siguió.
Su relato en diálogo con Infobae fue más duro todavía:
“Maradona me tapó la boca para que yo no gritara, para que no dijera nada y abusó de mí. Mi mamá vino a verme ese día a la casa donde estábamos en La Habana y Diego no le quiso abrir la puerta de la habitación. Mi mamá tocó y él no abrió. Me violó. Eso fue lo que pasó“.