Un grupo de investigadores del centro IDAEA (CSIC) tomó muestras en una cafetería de Barcelona para analizar la concentración de compuestos nocivos antes y después de la ley antitabaco. Los resultados revelan que las sustancias tóxicas y carcinogénicas se redujeron un 90% a partir de la aplicación de la norma. Lo mismo indicó el último informe del Ministerio de Sanidad.
El programa Quèquicom de la televisión catalana contactó en 2010 con científicos del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA, CSIC) para analizar la calidad del aire de una cafetería de Barcelona, antes de que entre en vigencia la ley antitabaco. Una vez que dicha ley se puso funcionamiento, los investigadores repitieron las mediciones.
“El beneficio de la ley es sustancial a efectos de composición química, con reducciones de un 90% en los componentes más críticos desde el punto de vista toxicológico”, señala a SINC Jorge Pey, el autor principal.
El último informe de evaluación del impacto de esta ley sobre las salud pública, elaborado por el Ministerio de Sanidad, también señala un reducción del 90% en las concentraciones de nicotina y de partículas inferiores a 2,5 µm o PM2,5 en la exposición al humo en locales de hostelería.
“De entre los compuestos orgánicos que se detectaron sobresalen los típicamente asociados con la combustión vegetal, así como las elevadas concentraciones de benzopireno (1 nanogramo/m3) y cadmio (3,1 ng/m3),conocidos y regulados por sus efectos tóxicos y cancerígenos”, destaca Pey.