El senador radical Carlos Fernández habló en la 99.9 esta mañana sobre los debates que ha traído el proyecto de ley para crear policías comunales. “Hay una escalada de disparates dichos desde el sciolismo y el Frente Renovador, en esta discusión que no tiene demasiado sentido”, señaló. Además, explicó por qué este tipo de fuerzas no se podrían aplicar en la provincia.
El debate que se desarrolla en la Legislatura Provincial por el proyecto de las policías comunales, ha desatado escenas realmente vergonzosas. En el Senado, particularmente, hubo muchas discusiones al momento de definir qué artículos incluiría esta nueva legislación. Y no tardaron en llegar rumores sobre ofrecimientos a cambio de los votos positivos, entre otras conjeturas.
Esta mañana en la 99.9, el senador radical Carlos Fernández explicó: “se está ensuciando demasiado la cancha. El dato de la realidad es que 42 senadores que se pusieron de acuerdo en el título, son incapaces de sacar una ley. Nadie está preocupado por solucionar el problema de fondo. Los 42 senadores votaron a favor de la norma, pero no pudieron ponerse de acuerdo en el articulado particular”.
Algunos rumores involucran al bloque radical. Por eso, Fernández se encargó de resaltar que “cuando dicen que a nosotros, los radicales, nos arreglaron con la resolución de un problema que tiene el Municipio de Chascomús con unas rifas, sería absurdo porque estarían pagando para que le votaran en contra”.
También se habló de la chance de frenar la embestida contra Vilma Baragiola en Mar del Plata a cambio de la anuencia en el Senado, algo que Fernández rechazó de plano: “nunca hubo ninguna oferta de este tipo. Hay una escalada de disparates dichos desde el sciolismo y el Frente Renovador, en esta discusión que no tiene demasiado sentido. Esta ley está definitivamente muerta”.
Al momento de explicar por qué las policías comunales no podrían implementarse, el senador destacó: “los instrumentos no son buenos ni malos por sí mismos. Cuando uno ve ejemplos, encuentra de todo. Todos los proyectos se aplican en un contexto. Y en la Provincia de Buenos Aires, con el avance del narcotráfico, se parece más a México que a España, por citar dos lugares donde funcionan las policías municipales. Ahora no saben cómo volver atrás en México, porque fueron el trampolín por donde se les coló el narcotráfico y les tomó partes importantes de la sociedad”.
Aplicando el ejemplo al territorio bonaerense, se advierte la posibilidad de un efecto similar, pero con ciertos atenuantes que no están hoy dentro de la consideración del proyecto: “el 90% de estas policías funcionarán en el Gran Buenos Aires, donde está la convivencia entre los barrabravas que actúan como fuerzas de choque de los intendentes, y también el manejo de la droga en las tribunas. Colocar policías municipales en ese contexto no solucionará el problema de inseguridad, sino que lo agravará”.
Como si estos puntos no fuesen evidencia suficiente, Fernandez sumó la situación económica que vive la Provincia de Buenos Aires: “vamos a tener una nueva fuerza policial que costará entre 3.000 y 3.500 millones de pesos por año. Si decido hacer esto, hay otras cosas que no hago. Estamos en una provincia donde la propia fuerza de seguridad no tiene combustible para los patrulleros, no tiene dinero para las cubiertas, ni siquiera para el papel donde se toman las denuncias”.
Por último, señaló que sumar muchos efectivos, como se pretende, es algo improbable: “estamos hablando de una provincia que tiene sancionada hace más de un año y medio la policía judicial y no fue capaz de poner en marcha un solo efectivo, y ahora quieren poner 15.000. Parece más un verso para la tribuna”.