Las fuertes lluvias que empezarán esta semana podrían ayudar a extinguir el incendio Camp Fire que arde en el norte de California, trayendo consigo el fin a una amenaza de que se produzcan más incendios forestales este año, pero también podrían traer nuevos peligros.
La lluvia terminará “las preocupaciones de los incendios en el invierno”, dijo a CNN Robert Baruffaldi, meteorólogo de la oficina del Servicio Nacional del Clima en Sacramento, este lunes.
Sin embargo, las autoridades en el condado Butte están alertando a los residentes de la zona ya devastados por el incendio más devastador y mortal en la historia del estado que la llegada de la lluvia este miércoles podría causar inundaciones y deslizamientos. El incendio Camp Fire ha matado a 79 personas, 64 de los cuales las autoridades han identificado.
El Servicio Nacional del Clima ha emitido alertas de inundaciones desde el miércoles hasta el viernes en el área del incendio Camp Fire.
Inician las evacuaciones preventivas
El lunes, los residentes ya azotados por el fuego en el condado Butte se preparaban para inundaciones potenciales.
Jennifer Debrunner, que se hospeda en el recinto ferial del condado Butte en una caravana prestada por un extraño, dijo que su familia ha cubierto todo lo que posee con una lona. Ella le dijo a la afiliada de CNN, KCRA-TV, que la lluvia traerá “mucho lodo, y mucho frío”, pero que se siente feliz de que su familia pueda estar en una caravana.
La Cruz Roja y otras organizaciones han abierto edificios adicionales como refugio para personas y mascotas antes de que llegue la lluvia, reportó KCRA.
“Queremos asegurarnos de que esas personas que están en tiendas sepan que esos espacios están disponibles para ellos y puedan salir de los elementos”, le dijo a la afiliada de CNN Shawn Boyd, de la Oficina de Servicios de Emergencia de California.
Se espera que la lluvia llegue al condado Butte el miércoles, trayendo cerca de 2 centímetros de lluvia a Paradise, el pueblo que quedó virtualmente desaparecido por el Incendio Camp, le dijo Baruffaldi a CNN. Baruffaldi dijo que la lluvia podría causar “flujos de ceniza”.
Un segundo sistema de lluvias que se espera llegue este jueves en la noche traerá entre 4 y 10 centímetros de lluvia a áreas con mayor elevación, dijo Buruffaldi. Esta tiene el potencial de crear flujos de lodo, dijo él.
Boyd le dijo a la KCRA que la lluvia también podría ayudar en los esfuerzos de rescate al librar el aire de polvo.
“Cuando se va el polvo, esos perros van a tener una mejor oportunidad de ubicar y seguir sus narices hasta donde pueda haber restos (humanos)”, dijo Boyd.
Hasta el lunes en la noche el Incendio Camp estaba contenido en un 70% y había quemado 151.000 acres. El fuego también había destruido más de 11.700 casas e incinerado un área del tamaño de Chicago, según el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.
También se espera lluvias en el sur de California, donde el Incendio Woolsey, que arde en el oeste de Los Ángeles, ha matado a tres personas y quemado más de 96.000 acres. El área de Se espera que este área reciba menos de 3 centímetros de lluvia, de acuerdo con el NWS en Los Ángeles, lo que brinda la posibilidad de que se produzcan deslaves y flujos de escombros menores desde la tarde del miércoles hasta la madrugada del jueves.
El Incendio Woolsey está ahora contenido en un 96% y se espera que sea totalmente contenido para el 22 de noviembre.
Aún hay casi 700 desaparecidos
En el condado Butte, las autoridades buscan 699 personas que están desaparecidas.
Ese número sigue fluctuando a medida que los residentes son localizados.
“Esa es la información en bruto que hemos recolectado de teléfonos, correos electrónicos y llamadas a los sistemas del 911”, dijo el shérif y forense Kory Honea. “No son cifras exactas, pero lo que creemos es que es mejor divulgar esa información para ayudar a que se empiece a conocer el paradero de las personas. Así en vez de esperar a que el proceso sea perfecto, estamos tratando de progresar”.
Cientos de funcionarios, soldados de la guardia nacional, forenses y antropólogos están buscando a través de casas destruidas y autos incinerados restos humanos. Como muchos retirados viven en el área de Paradise, las autoridades temen que el número de muertos pueda aumentar.