El grupo Mondragón, la mayor cooperativa del mundo, no podrá seguir sosteniendo a la empresa Fagor Electrodomésticos, líder nacional de línea blanca y quinto de Europa.
El profesor de economía de la Universidad de Barcelona, Albert Recio Andreu, dice que Fagor ha sido una de las víctimas de la profunda caída del consumo doméstico.
“Con el desempleo, la austeridad y el fin del crédito fácil que había alimentado el consumo y la construcción, la gente dejó de comprar y renovar sus electrodomésticos. De hecho, casi todas las cadenas comerciales del sector han suspendido pagos”, indicó el experto a BBC Mundo.
Esta es la primera crisis que sufre el proyecto cooperativista de Mondragón, un grupo que tiene unas seis décadas de experiencia.
Fagor Electrodomésticos, que representa 8,1% de las ventas del grupo, tiene una deuda de más de 800 millones de euros (1.100 millones de dólares). Pero la crisis no se limita a España, ya que la empresa es quinta a nivel europeo y el mercado español solo constituye 24% de sus ventas.
Según Julen Iturbe-Ormaetxe, catedrático de negocios de la Universidad Mondragón, un centro de estudios perteneciente al grupo, el problema de Fagor Electrodomésticos tiene que ver con el tipo de producto que vende en un mercado globalizado. “Con la crisis económica, los electrodomésticos a nivel del mercado europeo tampoco andan bien. Y con la entrada en el mercado de gigantes asiáticos coreanos como Samsung, los problemas se han agravado”, señaló Iturbe-Ormaetxe a BBC Mundo.
Para los expertos, el problema económico de la empresa llegó cuando Fagor buscó reposicionarse en los países europeos apuntando tanto a electrodomésticos de bajo costo como a los de costo medio y las líneas de lujo. Esa estrategia de expansión ha chocado con un mercado saturado, en el cual nunca pudo competir.
En bajo costo no pueden imponerse frente a los productos de China y Corea. En los de alto rango, no consiguen imponerse ante el high tech alemán. Y los productos para el sector medio son los que más han complicado la situación, porque los consumidores no quieren gastar y, si lo hacen, tratan de no gastar tanto.
El director de Análisis Economícos de la IE Business School de Madrid, Rafael Pampillón, cree que a estos factores hay que sumar el cambio tecnológico. Por su parte, los especialistas creen que las pérdidas de Fagor no comenzaron con la segunda recesión española sino dos años antes, en 2009. “La pregunta es hasta dónde el resto del grupo va a apoyar un sistema que no está funcionando. Ha habido dos corrientes de opinión. Una es la de inyectar más capital para ver si se puede salvar; otra es cortar esta ayuda porque se percibe que no tiene futuro. La solidaridad tiene límites”, apunta Julen Iturbe-Ormaetxe.
Después de la ayuda de 70 millones de euros (US$96 millones) que recibió Fagor Electrodomésticos en mayo, el pre concurso de acreedores parecería mostrar que están decididos a proteger el futuro de todo el grupo Mondragón.
Fagor tiene cinco áreas de negocio. Tres de ellas se encuentran en problemas: frigoríficos, lavadoras y lavavajillas. Y solo dos han tenido resultados positivos: cocción y minidomésticos.
Una vez que fue declarado el preconcurso, el grupo Mondragón sufrió manifestaciones por parte de miles de trabajadores, familiares y vecinos que reclamaron la defensa de sus empleos.
La respuesta institucional de Mondragón fue un comunicado en el que reafirmaba el modelo cooperativista “basado en el protagonismo de las personas y en la solidaridad” y una estrategia para el período 2013-2016 para acelerar una transición hacia sectores y mercados de mayor valor para “generar negocios rentables y sostenibles”.