Un estudio de la Universidad de Palermo y la consultora Gallup señala que mucha gente considera que el fraude o recibir herencias son determinantes para lograr el ascenso a los niveles sociales más altos.
La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo (UP) y la consultora TNS Gallup anunciaron los resultados de un nuevo estudio sobre la felicidad, en este caso sobre “Estructura Social”, con el objetivo de presentar representaciones que los argentinos tienen acerca de aquellas condiciones que posibilitan el bienestar, cuál es la idea que tienen acerca de la estructura social en que están inmersos, cómo se ubican dentro de ella, y qué factores determinan esta ubicación y la movilidad dentro de la estructura.
Un dato llamativo e inquietante se observa en el análisis sobre cuáles son los factores que para los argentinos determinan o condicionan el acceso a los niveles más altos de la sociedad: el 24% del total de los encuestados lo atribuye al fraude o la corrupción (la opción mayoritaria), seguido por la herencia familiar (21%), la educación (16%) y el esfuerzo (13%).
Según el informe, el 88% de los argentinos se considera parte de la clase media o media baja, incluso cuando muchos de estos encuestados pertenecen al segmento ABC1 o al segmento D y E. Ningún entrevistado se identificó como perteneciente a la clase alta y sólo el 2% se reconoció en la clase Media-Alta. Un 10% se identificó como clase baja.
Este estudio, que se realizó en base a una encuesta nacional en hogares con una muestra probabilística de 1.000 personas, indaga los aspectos que ponen de manifiesto la percepción que tiene la población acerca de las distintas clases sociales, qué es lo que hace que uno pertenezca a cada estrato y a cuál sienten que pertenecen. Gabriel Foglia, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UP, destacó que “este nuevo proyecto tiene como objetivo analizar las condiciones materiales del contexto y del entorno que influyen en la satisfacción y felicidad de las personas”.
El 29% del total de los encuestados entiende que la ubicación de las personas menos favorecidas se debe al nacimiento y el ambiente en que las personas viven. Las menores posibilidades de educación son el segundo factor explicativo más mencionado (26%), y luego, la falta de esfuerzo (19%).
Si bien existe una gran dispersión entre lo que consideran que es el ingreso de la clase más rica de la población, la mitad de los encuestados mencionan importes de más de $50.000 en una familia tipo de cuatro personas. En relación a los ingresos mensuales percibidos por la clase más pobre de la población, el 70% de la población cree que el ingreso de quienes pertenecen a esta clase no supera los 8.000 pesos.
La mayoría coincide que para que una familia tipo no pertenezca al segmento más pobre de la población debería tener ingresos entre los 10.000 y 20.000 pesos.
Con respecto a las políticas redistributivas, cinco de cada diez personas está totalmente de acuerdo o de acuerdo con que el Estado utilice dinero proveniente de los impuestos que pagan los sectores de mayores ingresos para aplicarlo en los programas sociales para los sectores más pobres de la sociedad. Siendo que la mayoría de los encuestados no se reconoce como de clase alta, este apoyo a las políticas redistributivas puede deberse a que pocos responden identificándose con aquellos que deberán pagar los impuestos que financien estas políticas.