Fabio Fusaro dedica su vida a ayudar a los hombres que son abandonados por sus novias o esposas, cuando deben atravesar momentos de crisis. Esta mañana en la 99.9, indicó que “la mujer tiene una forma de mentir muy diferente a la del hombre, miente con todo el cuerpo”. Además, agregó que “el hombre abandonado queda destrozado”.
Las relaciones de noviazgo, cuando se rompen, generan muchos conflictos. El escritor y counselor Fabio Fusaro se dedica a analizar ésas problemáticas. No sólo escribe libros sobre cómo ayudar a los hombres a recuperar a sus novias; además, estudiando los vínculos entre hombres y mujeres, redactó un curioso artículo sobre las formas de mentir de los hombres y las mujeres.
Esta mañana en la 99.9, Fusaro explicó: “estamos hablando de una generalidad. Siempre me gustó analizar las actitudes femeninas, sobre todo en rupturas de noviazgo donde a veces está presente la mentira. Con el tiempo, me di cuenta de que la mujer tiene una forma de mentir distinta a la del hombre: se cree la propia mentira que está diciendo y lo hace con todo el cuerpo. Lo asegura de tal manera que uno dice ‘esto debe ser así’”. A pesar de ello, aclaró que “los hombres también mienten, y mucho. Pero donde nos pescan en algo, nos vende la cara. Nos cuesta disparar para otro lado cuando nos descubren. Las mujeres hacen un acting porque así lo sienten. Es probable que sea un mecanismo defensivo”.
Pero el hombre que es dejado por su novia es un sujeto que merece el análisis. Fusaro resaltó que “el hombre enamorado y abandonado por una mujer quiere recuperarla, más allá de que le gustaría volver a sentirse bien. No soporta el abandono por la falta que le hace la mujer a la que se acostumbró y de la que está enamorado; lo mismo le pasa a la mujer. En el noviazgo, la mayor cantidad de abandonos los produce la mujer, en cantidad y no en intensidad. El hombre abandonado queda destrozado”.
La franja etaria del “descorazonado” es muy amplia. “Tengo gente desde los 20 años hasta gente de 67 años. En promedio, la gente que más veo con esa problemática está entre los 20 y 40 años. Las cuestiones del corazón no tienen que ver con la edad, la experiencia o la maduración. Hay gente con más herramientas para manejar las cosas y gente con menos, pero el dolor está”, subrayó el escritor.
No es común que una persona se interese en ayudar a las personas en esta situación. Por ello, Fusaro explicó: “es un tema que me interesó siempre. Empecé a preguntar y un día mi hermano me dijo que debía escribir un libro para ayudar a la gente. Puse mi mail en el libro y se armó una catarata de cosas que terminó en consultas; eso dio lugar a una página web, después a un foro de ayuda y a consultas personales”.
En ese camino del reencuentro, lo que intenta es hacer que las personas piensen con mayor claridad: “la idea es que el hombre enamorado no puede pensar, es puro impulso. Le muestro las herramientas que él mismo tiene para encontrar el mejor camino”.