Una viróloga china alertó al gobierno chino de una nueva cepa proveniente de murciélagos en enero de 2019. Su estudio fue desvalorizado hasta que surgió el primer caso el 30 de diciembre.
Shi Zhengli, una viróloga china, y su equipo advirtieron en enero 2019 sobre una cepa de un nuevo virus proveniente de murciélagos.
La viróloga china había logrado secuenciar los genes del nuevo coronavirus apenas tres días después de que confirmó su existencia. Shi Zhengli envió al Gobierno su investigación subrayando que este virus podría producir una pandemia como el SARS en 2002.
Sin embargo, el Gobierno chino la silenció y desvalorizó su investigación.
“Es probable que los futuros brotes de coronavirus similares al SARS o MERS, provengan de murciélagos”, destaca el estudio.
Desde hace más de 16 años, la viróloga realiza expediciones en cuevas de murciélagos: toma muestras de sangre y realiza hisopados a murciélagos personalmente. Por esta razón, sus compañeros la llaman “mujer murciélago”. La prensa también la apodó de esa manera.
“La investigación de coronavirus en murciélagos es una cuestión urgente para la detección y alerta temprana”, explican Shi Zhengli y su equipo en dicho estudio.
Cuando se confirmó el primer caso de coronavirus el 30 de diciembre de 2019 en Wuhan, el director del instituto de Virología en donde trabaja, la llamó y le dijo que retomase su investigación: “Dejá todo lo que estés haciendo y ponete a investigar esto ya”, Shi recuerda la crudeza de su director.
“No esperaba que esto sucediese en el centro de China”, dijo.
En 2017, Shi Zhengli realizó una nueva investigación sobre el SARS donde comprobó que la pandemia se originó por una población de “murciélagos de herradura o rinolófidos”. Es una viróloga respetada y reconocida a nivel mundial.