La agencia estadounidense registró un temblor débil el pasado 6 de abril en el marco de la misión InSight.
Un sismógrafo desplegado en Marte en el marco de la misión estadounidense InSight registró el 6 de abril el primer temblor en el planeta rojo, según anunció la agencia espacial estadounidense.
La sonda InSight llegó a Marte el 26 de noviembre del 2018. Luego, el 19 de diciembre depositó el sismógrafo francés SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure) en el planeta rojo gracias a un brazo automático. “Estuvimos meses esperando nuestro primer terremoto marciano”, explicó Philippe Lognonné, investigador del Instituto de Física de la Tierra de París e inventor del aparato.
Lo que buscan los investigadores es conseguir, mediante el registro de terremotos, más precisiones sobre la historia de la formación de Marte, que ocurrió hace miles de millones de años y de la cual se tienen pocos datos.
Este primer temblor marcó el pistoletazo de salida para el nacimiento oficial de una nueva disciplina: la sismología marciana. No obstante, el terremoto fue demasiado débil para proveer datos útiles sobre el interior del planeta, según precisó Bruce Banerdt, responsable científico de la misión en el seno de la NASA.
Por otro lado, los científicos todavía necesitan confirmar que el temblor ocurrió en el interior del planeta y que no se trató de un efecto del viento o de otras fuentes de ruido. En los últimos dos meses se habían detectado otras tres señales, pero que fueron aún más débiles que la del 6 de abril.
“Es formidable tener finalmente una señal de que todavía hay una actividad sísmica en Marte”, sostuvo en un comunicado Lognonné
La superficie marciana es extremadamente silenciosa, lo que permite que el sismómetro detecte ruidos débiles. En contraste, la superficie de la Tierra tiembla de forma constante por el ruido sísmico generado por los océanos y el clima. Un evento de esta índole en el sur del estado de California se perdería entre docenas de pequeños ruidos que ocurren todos los días, según señaló la NASA.
“El evento Martian Sol 128 es emocionante porque su intensidad y mayor duración se ajustan al perfil de los terremotos detectados en la superficie lunar durante las misiones de Apolo”, indicó Lori Glaze, director de la División de Ciencia Planetaria en la sede de la NASA