En una fotografía captada por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter se ven los geométricos patrones que se forman en primavera tras las tormentas heladas.
Sobre el hemisferio norte de Marte se desplegaba la primavera, pero densas capas de nieve resplandeciente cubrían las dunas del planeta rojo.
Fue el pasado 21 de mayo cuando la sonda Mars Reconnaissance Orbiter captó, con su cámara de alta resolución —la High Resolution Imaging Science Experiment—, una imagen que muestra el aspecto lechoso de la superficie marciana.
Pero no se trata de nieve como la que conocemos. A diferencia de la que cae en la Tierra, según explica la NASA, está nieve es dióxido de carbono en estado sólido , popularmente llamado hielo seco.
No es que un capricho de la naturaleza quiera que se forme nieve durante la primavera. Lo que ocurre es que durante el invierno las tormentas gélidas son tan implacables que el hielo se cuela hasta zonas profundas.
Cuando el Sol centellea, ya entrada la primavera, el hielo en la superficie se quiebra y el gas que escapa de él arrastra arena oscura.
He ahí la razón de los patrones tan estéticos de la fotografía.
En un estudio publicado en la revista Nature Geoscience , un equipo de meteorólogos liderados por Aymeric Spiga, de la Universidad de la Sorbona , describen las condiciones y características de la precipitación de nieve en Marte.
“Aunque contiene menos vapor de agua que la atmósfera de la Tierra, la de Marte es capaz de alojar nubes”, dice el artículo. Estas nubes están compuestas de partículas de agua helada e influyen en la variación de los depósitos de agua por estación. No obstante, sigue el artículo, “aún no está claro cómo influyen las nubes en el clima local”.