La Niña quiere avanzar pero El Niño lo impide: la campaña 2016/17 asoma con clima “irregular”

Para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, desde el invierno y hasta el verano habrá “procesos climáticos contrapuestos”: rachas de lluvias y heladas que serán seguidas por períodos cálidos y secos.

mapas-lluvias-inviernoBolsa de Cereales de Buenos Aires emitió su informe climático estacional en el que asegura que “La Niña” será el fenómeno que afecte la próxima campaña 2016/17, pero que sus efectos aún no se sentirán porque el intenso “El Niño” de la última temporada “continúa mostrando una fuerte acción residual que lentifica significativamente su desarrollo”.
“Las amplias reservas de humedad dejadas por El Niño, y los extensos espejos de agua que subsisten sobre el Litoral Fluvial, generan sistemas locales de precipitaciones que mitigarán en buena medida los efectos depresivos de La Niña”, asegura el reporte elaborado por el climatólogo Eduardo Sierra.
Como el presidente del Centro de Investigaciones de Recursos Naturales (Cirn) del Inta, Pablo Mércuri; y el director científico de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, José Luis Aiello; Sierra considera que, a medida que avance el año y principalmente hacia la primavera, “La Niña irá afirmando gradualmente su presencia, que irá haciéndose sentir progresivamente, primero en forma local, pasando posteriormente a producir efectos más generales e intensos”.

Irregularidad

Una de las consecuencias principales de esta puja entre la acción residual de El Niño y el avance de La Niña será que “durante la campaña 2016/17 el sistema climático se comporte en forma muy irregular, lo cual se manifestará en la distribución de las precipitaciones”, manifiesta Sierra.
Según su análisis, coexistirán amplios focos con valores superiores a lo normal (áreas en celeste a azul), con igualmente amplias extensiones con registros inferiores a la media (áreas en amarillo a rojo), mientras que las superficies con valores dentro del rango normal (áreas en verde) serán escasas.
“Se producirá una alternancia entre procesos climáticos contrapuestos. Por un lado, intensas rachas de tormentas, que descargarán sus precipitaciones en forma muy despareja, con riesgo de tormentas severas, con granizo y vientos, terminando con entradas de aire polar, con riesgo de heladas intensas, durante el invierno, y de heladas tardías, durante la primavera. Por otro lado, lapsos prolongados secos y calurosos, cuya duración e intensidad irán acentuándose a medida que transcurra la temporada, y la acción residual de “El Niño” vaya desapareciendo”, detalla el informe.
Y agrega: “Por lo tanto, se trata de un escenario climático que, aunque mucho menos riguroso que un episodio típico de “La Niña”, presentará numerosos riesgos que irán presentándose a lo largo de su desarrollo, requiriéndose una cuidadosa planificación para enfrentarlos con éxito”.

Del invierno al verano

Cronológicamente, Sierra estima que aunque en forma decreciente, durante el invierno continuará experimentándose una de actividad residual de El Niño, mientras que en la primavera La Niña ya irá afirmando su influencia. Para el sector agropecuario, uno de los temas a mirar es que el riesgo de heladas se mantendrá hasta mediados de la estación, afectando especialmente al sur del área agrícola.
En tanto, durante el verano se acentuarán los rasgos climáticos propios de “La Niña”. Allí se hará patente la irregularidad esperada para la próxima campaña: “Al inicio de la estación, tormentas cordilleranas tardías provocarán precipitaciones abundantes sobre el sur del área agrícola de Chile, a la vez que impulsarán masas de aire frío hacia La Argentina, dando como resultado un verano con fuertes oscilaciones térmicas, en el que se alternarán intensas olas de calor, con cortos pero intensos descensos térmicos”, manifiesta el reporte de la Bolsa porteña.
El informe finaliza con una advertencia sobre el riesgo de que La Niña continúe en el ciclo 2017/18, donde sí podría haber un riesgo grande de sequía: “En caso de que La Niña continuara su desarrollo durante la campaña 2017/2018, sus efectos podrían llegar a sentirse en toda su intensidad, afectando seriamente a la producción de esa temporada”.