Este revolucionario diseño de depósito de combustible de hidrógeno promete aumentar la autonomía de vuelo de los aviones, reducir los costes y eliminar sus emisiones de carbono.
Las compañías estadounidenses Hypoint y Gloyer-Taylor Laboratories (GTL), han creado un nuevo tipo de depósito de combustible que podría poner patas arriba a la industria aeronáutica y, como dicen sus creadores, adelantar la llegada de los aviones de hidrógeno al menos una década.
El hidrógeno es la gran esperanza para conseguir que los aviones dejen de usar combustibles fósiles sin bajar el rendimiento. Su enorme capacidad de almacenar energía y su poco peso hacen que mucha gente lo vea como el mejor sustituto de las baterías de litio. Las pilas de hidrógeno pueden producir electricidad de forma limpia y eficaz, aunque también producen agua y calor.
Hypoint lleva tiempo fabricando pilas de hidrógeno y junto a la compañía alemana Basf anunció el pasado mes de octubre que están aplicando una nueva tecnología que las hace mucho más ligeras y un 50% más potentes que las que hay en el mercado. Ahora se ha unido a GTL —una empresa que lleva varios años desarrollando tanques criogénicos ultraligeros de fibra de grafito— para diseñar un depósito de combustible que combine ambas tecnologías.
“Reducir el peso es el factor más importante para permitir viajes aéreos de mayor distancia con menos paradas para repostar”, dijo Alex Ivanenko, fundador y director general de HyPoint. “Al utilizar esta nueva tecnología de depósitos de combustible, las aeronaves de largo recorrido podrán utilizar el hidrógeno por primera vez, mientras que los fabricantes de eVTOL [vehículo eléctrico de despegue y aterrizaje vertical] podrán multiplicar eficazmente su autonomía de vuelo y su tiempo de funcionamiento”.
Cómo funciona
GTL afirma que su tanque es un 75% más ligero que los tanques criogénicos de última generación que usa la industria aeroespacial, que suelen emplear materiales metálicos o compuestos. Una reducción de peso enorme si tenemos en cuenta que este tipo de combustible ya es ligero de por si. La empresa dice que su prototipo se ha probado con éxito en un entorno operativo real y ha sido capaz de aguantar varios ciclos de presión criotérmica sin ningún tipo de fugas.
El depósito tiene capacidad para más de 150 kg de hidrógeno. Mide 2,4 m de longitud y 1,2 m de diámetro y pesa sólo 12 kg. Aunque GTL asegura que si se le añaden otros elementos, como un faldón y una cubierta de vacío, el peso total llega a los 67 kg. El tanque también tiene espacio para incluir el equipo de criorefrigeración, el sistema de bombeo y otros aparatos. Hypoint asegura que un avión con este tanque podría alcanzar hasta cuatro veces la autonomía de uno alimentado con combustible tradicional. El coste estimado en dólares por pasajero-milla también es mucho más bajo y según dice la compañía, reduciría los costes de explotación de las aeronaves en un 50%.
“Basándonos en nuestro análisis interno con un Dash 8 Q300 de De Havilland Canada, con capacidad para entre 50 y 56 pasajeros, el motor PW123B estándar soportaría normalmente una autonomía de 1.558 kilómetros. Aplicando el sistema de HyPoint y un depósito de hidrógeno líquido estándar, el mismo avión podría alcanzar cinco horas de vuelo o una autonomía máxima de 2.640 kilómetros. Con el depósito de GTL, podría volar durante 8,5 horas o una autonomía máxima de 4.488 kilómetros, lo que indica que este avión podría volar tres veces más con cero emisiones utilizando HyPoint y GTL en comparación con el combustible de aviación convencional”, explica Sergei Shubenkov, cofundador y director de I+D de Hypoint.
Una revolución para el trasnporte aéreo
Este depósito de hidrógeno líquido no es relevante solo para aviones o eVTOL. Si todo lo que cuentan de él se acaba confirmando, el sector aeronáutico y aeroespacial al completo se puede aprovechar de una tecnología que promete aumentar la autonomía de vuelo, reducir los costes y eliminar las emisiones
“De forma similar a la fibra de carbono que se utiliza en las bicicletas de carreras, nuestra tecnología de compuestos de carbono añade resistencia y durabilidad a la vez que reduce significativamente el peso”, comenta Paul Gloyer, Presidente y director general de GTL. “Con estos ‘criotanques’, las aeronaves de mayor tamaño, como los jumbo jets, podrán utilizar combustible de hidrógeno para realizar vuelos al menos una década antes de lo previsto. Del mismo modo, los fabricantes de eVTOL y de drones podrán ampliar significativamente su alcance y/o tiempo de vuelo, abriendo nuevos mercados y oportunidades”.