Tatiana Lazareva, presentadora y humorista rusa, ha sido incluida en la lista de terroristas y extremistas del Gobierno de Vladimir Putin.
Tatiana Lazareva hizo reír a una generación de rusos con sus parodias, pero la invasión a gran escala de Ucrania no le hizo ninguna gracia. Por criticar la guerra, ahora es la más reciente villana oficial, señalada por unas autoridades rusas que semana a semana engrosan su lista de enemigos del pueblo. Esta semana Rusia incluyó a la presentadora de televisión en su lista de “terroristas y extremistas”.
Lazareva fue denunciada por pronunciar la siguiente frase: “Literalmente, todos los días nos encontramos con un ataque con drones contra ciudades rusas. Y, ya sabes, es terrible, pero estoy feliz”. Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala de Ucrania, Lazareva se posicionó en contra de la guerra y criticó repetidamente las acciones de las autoridades rusas.
En el momento del inicio de la operación militar se encontraba en Kiev, a donde llegó unos días antes, el 17 de febrero. Ahora reside en España. El Comité de Investigación abrió una causa penal contra Lazareva por “justificar el terrorismo”.
Su señalamiento no es una sorpresa. En julio de 2022, el Ministerio de Justicia ruso declaró a la presentadora de televisión “agente extranjero”. En junio de 2024, el Ministerio del Interior ruso puso a Lazareva en la lista de buscados.
La denuncia contra la presentadora de televisión fue escrita por el diputado de la Duma estatal, Andrei Alshevskikh, quien exigió que se verificaran sus declaraciones sobre los ataques con aviones no tripulados ucranianos en territorio ruso. Según el medio Meduza, un examen lingüístico estableció que las palabras de Lazareva supuestamente “contienen información destinada a justificar actividades terroristas”.
El diputado Alshevskij incluso compara a Lazareva con una famosa criminal de guerra soviética que se cambió de bando durante la Segunda Guerra Mundial: Antonina Makarova. “Durante la Gran Guerra Patria, ella [Makarova] eligió el lado de los nazis: mató a más de 1.000 conciudadanos. La agente extranjera Lazareva y otros colaboradores están moldeados a partir del mismo patrón”.
Frente a la literalidad de sus palabras, la presentadora de televisión explicó al medio The Insider que se solidariza con todos los que en Shebekino reciben ataques “no sólo de los ucranianos, sino también de los rusos”. “Entonces dije que tales ataques afectarían a quienes viven en Rusia y se alegran de la guerra, que así dirigirían su mirada en otra dirección“. Lazareva cree que con esas explosiones, la gente puede despertar: “Si estás físicamente en peligro, ¿tal vez no deberías apoyar la guerra? ¿Quizás este terrible método de alguna manera hará que la gente espabile?”.
La presentadora ha quedado marcada por la guerra: se encontraba en Kiev cuando las tropas rusas irrumpieron en territorio ucraniano, pero también se significó ante la represión a la oposición rusa.
Lazareva fue una de las figuras públicas que exigió al Kremlin que devolviera a la familia el cuerpo del líder opositor, Alexei Navalny, muerto en prisión el pasado mes de febrero, sin que el Gobierno ruso haya dado una explicación.
En abril pasado la diputada Yelena Yampolskaya se dirigió a la Fiscalía General para que investigara su caso. El régimen tampoco perdonó a Lazareva que apoyase las acciones de la oposición extraparlamentaria en las elecciones de marzo y que se opusiese a la reelección de Vladimir Putin.