Los alimentos saludables son más caros y la tecnología provoca más sedentarismo.
La obesidad, que ya es considerada una epidemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoce no solo causas genéticas y de hábitos alimentarios sino también otras de orden socioeconómico, según advierten profesionales argentinos. “Los cambios tecnológicos implican más sedentarismo y los alimentos saludables son más costosos”, señala Karina Temporelli, Doctora en Economía y coordinadora de un equipo de investigación que analiza las causas de la obesidad. También, la incorporación de las mujeres en el mercado laboral “generó que no se reacomoden los roles de quienes preparan comidas sanas en el hogar, considerando, además, la cantidad de jefas de hogar que hay en el país”, agregó la profesional. En cuanto al sobrepeso en edades tempranas, la economista identificó que los niños “no juegan en la calle, la familia tiene miedo a la inseguridad, entonces los chicos se quedan frente a la computadora y no realizan actividad física”. La idea de este grupo de profesionales es “ver las causas de esta epidemia para hacer recomendaciones en cuanto a cambios de hábitos beneficiosos, reconocer las razones socioeconómicas y colaborar con el diseño de políticas públicas adecuadas”. Uno de los ejes de la indagación es conocer por qué, en general, tienen precios más altos los alimentos saludables que aquellos que no lo son “para pensar cómo igualarlos en costos económicos”, explicó Temporelli. En Estados Unidos y algunos países europeos “se subsidian los productos alimenticios sanos y se aplican impuestos a la llamada comida chatarra o bebidas colas”. Cabe destacar que la OMS consideró que el año próximo habrá en el mundo 2.300 millones de personas con sobrepeso y 700 millones con obesidad; en Argentina hay un 50% de población con sobrepeso y un 20% con obesidad, según datos del Ministerio de Salud. Esta epidemia, inclusive, ha llevado a que la OMS recomendara que, para casos de obesidad mórbida (esto es, más de 40 kilos de exceso) se realicen cirugías bariátricas. En este marco, el Dr. Oscar Brasesco, jefe de servicio en la Fundación Favaloro, recordó que la Ley de Obesidad 26.396 “propone y garantiza las cirugías bariátricas -conocidas también como by pass gástricos- que implican trabajar con un equipo medico interdisciplinario. Subir y bajar de peso en el intento por conseguir el adecuado no es gratis para la salud, y realizar tratamientos inapropiados genera efectos colaterales que pueden provocar fallas cardíacas, renales y otros desequilibrios”.
“Hay personas que conviven con la enfermedad y que buscan, incluso en programas televisivos, bajar de peso con un esquema competitivo que es absolutamente inadecuado, con consecuencias muy graves, donde no se ve un tratamiento médico sino un show que para algunos puede resultar divertido pero que es francamente penoso”, consideró Brasesco.