La subida de impuestos al tabaco es la forma más eficaz de reducir su consumo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha acusado a la industria tabaquera de «obstaculizar» el trabajo de los diferentes países para cumplir con las directrices de esta institución sanitaria, por lo que insta a los gobiernos a «no perder el tiempo» e incorporar cuanto antes todas las recomendaciones de control y prevención del tabaco, según un informe de la OMS publicado el pasado miércoles.
El estudio señala que la industria tabacalera utiliza cada vez más los litigios comerciales internacionales como vía para bloquear la puesta en marcha de muchas políticas de control del tabaco, tales como lugares públicos libres de humo, advertencias gráficas en los envases y regulaciones específicas para estos productos, informa Efe.
Subida de impuestos
Asimismo, la organización internacional dependiente de Naciones Unidas alabó las virtudes de la política fiscal contra los cigarrillos y animó a gravar el tabaco porque supone «la manera más efectiva de reducir su consumo», según Servimedia. La subida de impuestos al tabaco es la forma más eficaz de reducir su consumo e incitar a los compradores a dejar de fumar, si bien es la menos utilizada a nivel global.
Se calcula que una de cada 10 muertes en el mundo es causada por el tabaquismo y, sin embargo, en la última década los impuestos aplicados a los productos de tabaco apenas han variado y se han mantenido relativamente bajos, de acuerdo con la OMS. El último estudio sobre la «Epidemia global del tabaco», correspondiente a 2017, indica que aumentar el precio del tabaco es especialmente efectivo entre las personas fumadoras de bajos ingresos y como forma de prevenir la iniciación temprana al tabaquismo entre los jóvenes.
En concreto, estima que un aumento del 10% en el precio de venta de los cigarrillos podría reducir en un 4% el consumo en países de ingresos altos y alrededor de un 5% en los países de ingresos medios y bajos.
“Demasiado asequible”
No obstante, la organización señala que comprar un paquete de cigarrillos sigue siendo «demasiado asequible» en la mayor parte del mundo, puesto que el precio del tabaco no se ha ajustado al aumento de ingresos per cápita y de poder adquisitivo del consumidor que han experimentado muchas economías nacionales. Entre 2014 y 2016, el tabaco se volvió más asequible en 35 países, entre ellos naciones de renta media y alta como España, Austria, Croacia, Dinamarca, Francia, Suecia, México, Costa Rica y Guatemala. Según los últimos datos disponibles, en 2007 había 1.100 millones de fumadores en el mundo, y 10 años después este número no ha bajado, aunque la prevalencia del tabaquismo entre adultos mayores de 15 años ha experimentado una ligera disminución (2,8%).