La coalición que desaloja al primer ministro tras 12 años en el poder estará liderada por el ultranacionalista religioso Benet en la primera mitad de la legislatura y por el centrista laico Lapid en la segunda.
El líder de la oposición Yair Lapid, encargado de formar gobierno en Israel, ha anunciado este miércoles la consecución de un pacto con las fuerzas opositoras para crear un Ejecutivo que desbancaría del poder al actual primer ministro, Benjamín Netanyahu, tras 12 años. El acuerdo ha sido comunicado al presidente del país, Reuven Rivlin, en el último momento antes de que acabase el plazo estipulado por este, que expiraba a medianoche.
La nueva coalición de gobierno, compuesta por ocho partidos de casi todo el arco ideológico —incluida una formación árabe por primera vez—, estará liderada por el ultranacionalista religioso Naftali Bennett durante los dos primeros años y el centrista laico Lapid durante los dos siguientes.
“Me comprometo con usted, señor presidente, a que este Gobierno trabajará para servir a todos los ciudadanos de Israel”, ha expresado el líder centrista. Además, Lapid ha agregado que hará todo lo que esté a su alcance “para unir a todas las partes de la sociedad israelí”. La investidura tendrá lugar en la Knéset (Parlamento) en un plazo de hasta 12 días.
Con el acuerdo, Israel supera un largo periodo de inestabilidad política y evita lo que sería su quinta repetición electoral en dos años. Sin embargo, la cohabitación de los diferentes partidos en el Ejecutivo no será nada fácil, debido a la disparidad ideológica, y hasta étnica o religiosa, de sus componentes: liberales laicos, centristas, formaciones de izquierda y radicales de extrema derecha ultranacionalistas y ultrareligiosos.
El deseo de apartar a Netanyahu ha unido a las diferentes fuerzas en torno a un proyecto que pondrá fin a una década de Gobierno marcada por el nacionalismo y la corrupción, y que ha tenido su corolario en la reciente escalada de violencia entre Israel y la facción palestina Hamás, así como entre judíos y árabes en las propias ciudades mixtas israelíes.
Irónicamente, el hasta ahora todopoderoso primer ministro se despedirá del Gobierno por los votos decisivos del islamismo que tanto ha combatido durante su mandato: el apoyo del partido árabe Ra’am al acuerdo alcanzado por Bennett y Lapid da a la nueva mayoría los votos necesarios (61) para lograr el poder.
Durante los últimos meses, la popularidad de hasta ahora primer ministro ya había mermado debido a su incapacidad para formar una mayoría y a los tres procesos judiciales —por fraude, soborno y abuso de poder— que lo salpican.
Ocho partidos
Además de Yesh Atid —el partido de Lapid—, Yamina —el de Bennett— y los islamistas, el próximo Ejecutivo estará compuesto por el ultraderechista Israel Nuestro Hogar, el derechista Nueva Esperanza, el centroderechista Azul y Blanco, el centroizquierdista Partido Laborista y el izquierdista y pacifista Meretz. Los acuerdos entre ellos son de carácter político y no los comprometen legalmente, por lo que aún podrían revertir su posición o incluso votar en contra de su ratificación durante la investidura.