Rahami ha sido arrestado tras un tiroteo en Nueva Jersey. La policía interroga a otras cinco personas.
La hipótesis de que la bomba de este fin de semana en Nueva York tenga relación con el terrorismo internacional ha cobrado fuerza. La policía ha detenido a Ahmad Khan Rahami este lunes, según el alcalde de la ciudad donde vive. El arresto se produjo tras un tiroteo con policías en Linden (Nueva Jersey) y horas después de que las fuerzas de seguridad neoyorquinas lo identificaran públicamente como sospechoso de estar vinculado con la bomba que explosionó este sábado en el barrio de Chelsea de la Gran Manzana e hirió 29 personas. Se enfrenta a cinco cargos por intento de homicidio y posesión de armas por el tiroteo con los agentes.
Estadounidense de 28 años y nacido en Afganistán, las fuerzas de seguridad habían advertido de que Khan Rahami es “peligroso y [está] armado”, según la ficha que ha difundido el FBI. La detención fue confirmada por el regidor de Elizabeth, Chris Bollwage, ciudad cercana a Linden.
Rahami resultó herido en el tiroteo con la policía en Linden y fue trasladado a un hospital. Un testigo explicó a la cadena CNN que el sospechoso abrió fuego al menos cuatro veces contra los agentes. Imágenes de las televisiones estadounidenses muestran a Rahami tendido en una camilla antes de ser introducido en una ambulancia.
El detenido vive en Elizabeth, una localidad del Estado vecino de Nueva Jersey, donde se encontró un nuevo artefacto explosivo. Se trata del cuarto hallado en este fin de semana que ha activado las alarmas en la Gran Manzana, a dos días de la Asamblea General de la ONU. Las autoridades trataron de ser muy prudentes a lo largo del domingo sobre el origen y la motivación de las bombas (solo una de ellas, la de Chelsea, causó heridos), pero esta mañana el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, admitió que “muy bien puede resultar que había una conexión extranjera para este incidente”.
Tras la detención del sospechoso, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo en una rueda de prensa que existe “toda razón para creer que fue un acto de terror”, algo que había rechazado afirmar desde la explosión del sábado en Chelsea. De Blasio explicó que las autoridades no buscan por ahora a otros sospechosos.
Las autoridades aportaron algunas novedades sobre la investigación. William Sweeney, el agente del FBI al frente de las pesquisas, explicó que no se han determinado todavía los motivos de Rahami y que no hay pruebas de que integrara una célula local. Una de las incógnitas es si tuvo cómplices. Sweeney reveló que los investigadores interrogaron la noche del domingo a cinco sospechosos, que siguen bajo custodia. Y explicó, sin entrar en detalles, que se logró localizar a Rahami después de que la policía parara el domingo un vehículo en Brooklyn y realizara entrevistas en Elizabeth.
El detenido, señaló el agente del FBI, no estaba en el radar de las autoridades más allá de tener antecedentes por un incidente doméstico.
La bomba casera de Elizabeth, abandonada en una papelera de la estación de tren, ha explotado cuando la policía intentaba desactivarla. “El robot [de los artificieros] cortó un cable y explotó”, ha explicado el alcalde, Chris Bollwage, que ha asegurado que el bolso podría contener hasta cinco dispositivos explosivos.
La explosión en Elizabeth se produce después de la deflagración, el sábado, de un artefacto de gran potencia en Nueva York que causó 29 heridos y del hallazgo de otro artefacto a pocas manzanas. Horas después, en la localidad de Seaside Park, también en el Estado de Nueva Jersey, estalló otro artefacto que no causó víctimas ni daños materiales graves. El Departamento de Seguridad Interna asegura que las bombas caseras de Nueva York y de Nueva Jersey están vinculadas.
También el sábado por la noche, un hombre apuñaló a nueve personas en un centro comercial en Minnesota, sin que por el momento se haya establecido algún vínculo con los otros incidentes. La agencia de noticias Amaq, vinculada al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del apuñalamiento al asegurar que fue cometido por uno de “sus soldados”.
Ante la reiteración de ataques, el presidente estadounidense, Barack Obama, que se encuentra en Nueva York para participar en la cita anual de la ONU, pidió a los estadounidenses que “no sucumban al miedo”. Y prometió ser “vigilantes y agresivos” en prevenir ataques y en llevar a la justicia a sus responsables.
Las bombas de Nueva York y el ataque con cuchillo en Minnesota marcarán estos días el debate sobre seguridad en la campaña electoral. “Chico, vivimos en un tiempo… Es mejor que seamos duros. Mejor que seamos muy duros. Ya averiguaremos qué es. Es una cosa terrible lo que pasa en el mundo, en nuestro país y tenemos que ser duros, inteligentes y estar vigilante. Ya veremos lo qué es”, dijo el domingo el candidato republicano, Donald Trump.
Por su parte, la demócrata Hillary Clinton sostuvo este lunes que la retórica de mano dura con el terrorismo y la inmigración musulmana de Trump está ayudando al ISIS a reclutar más combatientes.