Ya se inauguraron 12 dependencias en zonas calientes del tráfico; se sumará alta tecnología de investigación; habrá un fuerte plus salarial para quienes trabajen en el interior.
Luego de haber cedido a la Ciudad la Superintendencia de Seguridad Metropolitana, que le daba un carácter eminentemente urbano y porteño, ayer fue presentado el nuevo perfil de la Policía Federal Argentina: con despliegue en todo el país, con la incorporación de tecnología avanzada para la investigación y una especial focalización en la lucha contra el crimen organizado, sobre todo el narcotráfico.
Así lo explicó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el acto del que fue calificado como un día “histórico” para la creación del nuevo paradigma de la fuerza de seguridad federal.
El despliegue territorial y el nuevo perfil de lucha contra el crimen organizado, consecuencia del traspaso de las 54 comisarías que ahora forman parte de la también nueva Policía de la Ciudad, tendrán su punto saliente en la creación de 31 delegaciones antidrogas, según explicó a LA NACION el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco.
“El objetivo es desarticular las bandas de narcotraficantes y no quedarnos con el último eslabón de la cadena. La clave es terminar con todas las aristas del negocio”, dijo el funcionario a este diario.
Según informaron a LA NACION otras fuentes oficiales, ya fueron inauguradas 12 de esas “agencias contra el narcotráfico”: tres en el Departamento Sur -Cipolletti (Río Negro), Puerto Madryn (Chubut) y General Pico (La Pampa)-, cinco en el Departamento Oeste -Orán (Salta), Córdoba, Tucumán, Río Hondo (Santiago del Estero) y San Pedro (Jujuy)-, dos en el Departamento Este -Rosario y Mar del Plata- y dos en el Departamento Campana.
Las próximas sedes en ser inauguradas estarán en el litoral: Concordia, Entre Ríos; Goya, Corrientes, y Eldorado, Misiones.
No sólo se crearán estas nuevas agencias de lucha contra las drogas: también se modificará la modalidad de trabajo de las viejas delegaciones que ya hay en distintos puntos del país y que históricamente cumplían la función de custodia de juzgados y fiscalías federales y, antaño, de gestión de DNI y pasaportes. Eran oficinas con poco personal que no se dedicaban a la investigación ni a la prevención. El nuevo objetivo es dotarlas de equipos capacitados para combatir el crimen organizado.
De agentes a detectives
“La Policía Federal pasa de las comisarías a la investigación, de los agentes a los detectives, del enclave a un despliegue inteligente y sorpresivo, sin aviso. Un despliegue en el territorio nacional para combatir el crimen organizado”, explicó la ministra Bullrich. Su auditorio era la plana mayor de la fuerza. La acompañaron el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo.
Hoy, la Policía Federal cuenta con 29.948 uniformados. El personal que acepte cargos en el interior tendrá un importante plus salarial. Por ejemplo, un comisario inspector que tenga una “alta dedicación operativa” en un nuevo destino recibirá 30.000 pesos adicionales por mes. Un agente en la misma situación cobrará $ 15.000 por encima de su sueldo normal. Ayer, Bullrich anunció una suba salarial del 12% para todo el personal.
“La policía no va a estar abocada a lo que se denomina «seguridad ciudadana»; su misión será combatir el crimen organizado para desarticular las organizaciones más complejas que intentan hacer un país donde los ciudadanos piensen que la ley no existe”, explicó la ministra Bullrich.
Según sostuvo el secretario de Coordinación, Planeamiento y Formación del Ministerio de Seguridad, Alberto Föhrig, el año pasado las cuatro fuerzas federales -la Federal, la Prefectura, la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)- recibieron recursos técnicos y humanos por valor de 1500 millones de pesos.
Afirmó Bullrich: “La transformación de la Policía Federal responde a un cambio estratégico e inédito. Ahora, nuestros policías estarán abocados a la protección de los ciudadanos de una manera distinta, combatiendo las organizaciones criminales que intentan desarticular y corromper al Estado”.
El primero en hablar en el acto fue el jefe de la fuerza, comisario general Néstor Roncaglia, que afirmó: “En la Policía Federal nos debemos dedicar a los delitos federales: terrorismo, trata de personas, trata laboral, narcotráfico, todo lo que hace al crimen organizado y transnacional. Ésa va a ser nuestra función. El despliegue será en todo el país, en cada provincia”.