Conocidos de Andersen han explicado a la cadena noruega NRK que padece problemas mentales desde hace tiempo y que ya se hacía notar desde que era adolescente.
El director de la sección antiterrorista de las fuerzas de seguridad noruegas (PST), Arne Christian Haugstoyl, ha reconocido que tenían información desde hace años sobre el posible riesgo que suponía el individuo que el pasado miércoles mató con arco y flechas a cinco personas en Kongsberg. Entonces se consideró “improbable” que el sospechoso, el ciudadano danés Espen Andersen Brathen, pudiera cometer un acto de violencia con trasfondo político, ha explicado Haugstoyl en declaraciones al periódico ‘Verdens Gang’.
En 2017 volvió a estudiarse el caso cuando publicó un vídeo en el que se declaraba musulmán y aseguraba ser un mensajero con una misión. No se consideró peligroso porque el contenido era vago, ha apuntado otro responsable del PST, Martin Bernsen, en declaraciones a la agencia de noticias NTB. “No pensábamos que era un tema ideológico, sino de violencia“, ha afirmado Bernsen. Consideraban que era posible que perpetrara un ataque, pero con “medios simples”.
Andersen, de 37 años, ha reconocido la autoría del ataque con el arco y otras armas en el que murieron cinco personas. Otras tres resultaron heridas y ya han recibido el alta. Sin embargo, no reconoce ningún tipo de responsabilidad penal. El PST investigó lo ocurrido como un acto terrorista, pero ahora estudian que se trate de un caso de enfermedad mental y dos psiquiatras forenses trabajando con el sospechoso.
Conocidos de Andersen han explicado a la cadena noruega NRK que padece problemas mentales desde hace tiempo y que ya se hacía notar desde que era adolescente.
La Policía ha anunciado una investigación interna sobre cómo se ha seguido el caso. “Debido a la gravedad del caso, es muy importante que se identifiquen aprendizajes y cualquier debilidad y error para que las medidas se puedan aplicar de inmediato”, ha señalado.