Irmgard Furchner salió del asilo donde se encontraba con destino desconocido en lugar de dirigirse al tribunal para enfrentar su juicio. La Fiscalía acusa a la mujer de ayudar a los responsables del campo de concentración de Stutthof en el asesinato sistemático de más de 11.000 prisioneros en 1943.
Una exsecretaria de un campo de concentración nazi de 96 años que iba a ser juzgada este jueves en Alemania se dio a la fuga antes de comparecer, pero fue encontrada pocas horas después y puesta en prisión preventiva, informó hoy la justicia.
De esta forma el juicio contra Irmgard Furchner, juzgada por complicidad en el asesinato de más de 10.000 personas, se reanudará el 19 de octubre, dijo el tribunal de la localidad de Itzehoe en un comunicado.
La Justicia emitió una orden de detención contra la acusada, luego de que la exsecretaria salió del asilo donde se encontraba con destino desconocido en lugar de dirigirse al tribunal.
“Tomó un taxi”, dijo la vocera Frederike Milhoffer, al explicar que la acusada se dirigió a una estación de subte en Norderstedt, en las afueras de la ciudad de Hamburgo.
El abogado de la anciana, Wolf Molkentin, sí estaba presente en la sala, pero no hizo ninguna declaración.
La Fiscalía acusa a la mujer, que se desempeñó como taquígrafa y mecanógrafa en la oficina del comandante del campo de concentración de Stutthof (cerca de la ciudad polaca de Gdansk), de ayudar a los responsables del campo en el asesinato sistemático de más de 11.000 prisioneros entre junio de 1943 y abril de 1945.
Más de 50 periodistas y asistentes, así como 12 representantes de los 30 demandantes, los abogados defensores y otras personas implicadas en el juicio esperaban en la sala de vistas instalada en una nave industrial.
Estaba previsto que el juicio comenzara con la lectura del acta de acusación.
Según la Oficina Central encargada de la investigación de los crímenes nazis, unas 65.000 personas murieron en el campo de concentración alemán de Stutthof y sus instalaciones aledañas, así como en las llamadas marchas de la muerte organizadas allí al final de la Segunda Guerra Mundial.
Furchner tenía en el momento de los hechos entre 18 y 19 años y por ello iba a ser juzgada por el tribunal especial para jóvenes de Itzeohe. En la actualidad, vive en una residencia de ancianos de Hamburgo.
Este juicio precederá al de un centenario, un exguardia del campo de concentración nazi de Sachsenhausen, cerca de Berlín, que comenzará dentro de una semana.